Cámara de los Comunes dio luz verde a la ley que reescribe el acuerdo del Brexit
La legislación, que aún debe sortear trámites en el Parlamento, permite reformular el controvertido Protocolo para Irlanda del Norte, un paso "necesario" para mantener la estabilidad, dice el Gobierno de Boris Johnson.
"Cuando fue negociado estaba muy claro que no estaba escrito en piedra", afirma la ministra de Exteriores, Liz Truss, quien lamenta que la UE "rechaza cambiar el texto del protocolo".
Sin embargo, los planes de Downing Street han levantado rechazo tanto entre la oposición laborista como en algunos sectores de la propia bancada conservadora.
La ley que otorgará al Gobierno británico poderes para reescribir el controvertido Protocolo para Irlanda del Norte, integrado en el acuerdo del Brexit, superó este lunes su primera votación en la Cámara de los Comunes del Parlamento británico.
Por 295 votos a favor y 221 en contra, el texto pasó el trámite para su posterior votación en la Cámara Baja antes de ser evaluado por los Lores (Alta), donde el Ejecutivo conservador no tiene mayoría y la legislación podría sufrir modificaciones y/o retrasos.
La ministra de Exteriores, Liz Truss, argumentó ante los diputados que el proyecto es "legal" y "necesario" para mantener la estabilidad en Irlanda del Norte, mientras que la oposición laborista y algunos diputados conservadores alertaron de que incumple las reglas internacionales y pone en jaque la reputación del Reino Unido
Truss aseguró que continúa apostando por una salida negociada con la UE pero lamentó que Bruselas "rechaza cambiar el texto del protocolo", a pesar de que, a sus ojos, "cuando fue negociado estaba muy claro que no estaba escrito en piedra".
El primer ministro británico, Boris Johnson, firmó en 2019 el acuerdo con la Unión Europea que entró en vigor a principios de 2021.
A pesar de que el Reino Unido no ha llegado a aplicar una parte de los controles aduaneros que se había comprometido a poner en marcha hace 19 meses, Londres asegura que el pacto genera demasiadas fricciones económicas y sociales.
"Estamos dando estos pasos para respaldar el Acuerdo de Viernes Santo, que trajo la paz y la estabilidad política a Irlanda del Norte", dijo Truss ante los diputados.
Los planes de Johnson han levantado rechazo tanto entre la oposición laborista como en algunos sectores de la propia bancada conservadora.
"Muchos de nosotros estamos extremadamente preocupados porque esta ley rompe descaradamente un tratado internacional, echa por tierra nuestra reputación internacional y amenaza con una guerra comercial en un momento en el que nuestra economía está estancada", declaró el diputado "tory" y exministro de Desarrollo Internacional Andrew Mitchell.
También fue crítica la ex primera ministra Theresa May, que argumentó que el proyecto de ley va en contra de la legislación internacional y socava "la posición del Reino Unido a los ojos del mundo".