Otros ex concertacionistas se suman al Rechazo
Tras la negativa de Rincón, Walker o Solís, una carta reúne a Harboe, Velasco y Landerretche, entre otros.
Desde inicios de junio, antes de que estuviera lista la propuesta de nueva Constitución, un grupo convocado por la periodista Javiera Parada, ex agregada cultural en EE.UU. durante el gobierno de Michelle Bachelet, comenzó a delinear una carta con sus razones para rechazar el texto en el plebiscito de septiembre próximo.
Según reporta La Tercera, "los intercambios se habían producido durante los meses anteriores entre quienes ya se conocen"; y este miércoles se reveló públicamente la misiva, en que otros ex concertacionistas se sumaron a la opción Rechazo al texto constitucional, que ya han hecho pública personeros como Ximena Rincón, Ignacio Walker o Isidro Solís.
"Quienes firmamos esta carta estamos comprometidos con una nueva Constitución. Muchos de nosotros llevamos años, mucho antes del estallido social, trabajando con distintos movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil, la academia y los partidos políticos para impulsar un nuevo acuerdo de convivencia política, capaz de revestir de legitimidad a las reglas del juego democrático y de hacer posibles los cambios que nuestra sociedad requiere", dice la declaración.
La suscriben el exministro de Hacienda Andrés Velasco, el ex subsecretario y hasta el lunes convencional constituyente Felipe Harboe, el ex presidente de Codelco Óscar Landerretche, el ex ministro de Hacienda Manuel Marfán y el ex director del Museo de la Memoria Ricardo Brodsky, entre otros.
"Sin arrogarnos ningún tipo de representatividad especial ni en nombre de ningún colectivo específico, y solo como ciudadanos comprometidos con la necesidad de una nueva Constitución -pero no de cualquier Constitución- invitamos a votar Rechazo este próximo 4 de septiembre", sentencian.
Además, apuntan a que "en sistema político, la propuesta no es un avance respecto de lo que tenemos. La combinación de un Ejecutivo debilitado, un Congreso de los Diputados y Diputadas muy poderoso, y una Cámara de las Regiones con facultades muy menguadas, en el marco de una fragmentación política galopante, anticipa un sistema más propenso al conflicto que a la colaboración, y eventualmente también a la captura por sobre los contrapesos".