En apoyo a la familia: Movilh se querelló en caso de violación de niño trans
"Hay un daño sobrecogedor", lamentó el movimiento, al que recurrió el padre de la víctima.
La familia de un niño trans de 12 años recurrió al El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) en busca de asesoría psicológica y jurídica a raíz del abuso sexual y posteriores amenazas que sufrió, a manos de un adolescente en Pichilemu.
Se trata, dijo la ONG, de "dos gravísimos episodios de abuso y discriminación", por los cuales se presentó una querella criminal.
"El niño fue invitado por el agresor a su casa, en Pichilemu. Sin nunca respetar su identidad de género y tratarlo siempre como una mujer, el ahora imputado procedió a abrazar y besar al niño sin su consentimiento, para luego 'accederlo carnalmente, todo esto bajo un estado de miedo insuperable de la víctima'", expresa la acción legal, patrocinada por el abogado Mijail Guevara.
"Al abuso sexual, ocurrido el pasado 10 de junio, se sumaron el 5 julio las amenazas de muerte, tras enterarse el agresor que el niño había reportado la violación a su familia", agregó el Movilh.
La querella relata que al ver al niño en un parque, el sindicado como agresor "intentó, portando un arma blanca tipo mariposa de 20 centímetros de largo, matar a la víctima (...) cuestión que no se pudo concretar, ya que el niño logró escapar hacia su domicilio".
Para Rolando Jiménez, dirigente del grupo, se trata de un hecho "muy doloroso y angustiante. Un niño ha visto vulnerado sus derechos humanos más básicos, sufriendo uno de los atropellos más brutales y deleznables, como lo es el abuso sexual. Todo con el agravante de violentarse de la manera más cruel e inhumana su identidad y expresión de género. El daño causado al niño y a su familia es sobrecogedor".
Asimismo, reflexionó sobre "que el abuso lo cometa un joven menor de 18 años explicita además lo lejano que están ciertos sectores familiares o sociales de la empatía y del respeto a la diversidad".