Gerente general de Colmena renunció al cargo tras polémica por demandas a sus afiliados

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Cooperativa.cl

Felipe Galleguillos envió una carta al directorio de la Isapre comunicando su decisión.

"Las isapres ya no tienen margen de operación", advirtió en tanto el gremio, que aseguró que las aseguradoras privadas afrontan un complejo momento financiero.

 ATON (referencial)

La aseguradora de salud privada tiene que remitir todos los detalles de las demandas interpuestas a sus afiliados a la Superintendencia de Salud.

El gerente general de la isapre Colmena, Felipe Galleguillos, presentó este jueves su renuncia al cargo ante el directorio, a solo días de las reacciones que generó el anuncio de la interposición de demandas a los afiliados que iniciaron procesos judiciales contra la aseguradora privada, para dejar sin efecto la tabla de factores en sus planes de salud.

En la carta que envió a los colaboradores de la entidad, Galleguillos señaló que "he renunciado al cargo de gerente general de Isapre Colmena", agradeciendo al directorio "por el compromiso y apoyo de todos estos años", según informó el Diario Financiero.

Sumado a la polémica generada tras el anuncio del ahora ex gerente general al diario La Tercera, la Superintendencia de Salud ordenó a la aseguradora que remita el detalle de la cantidad de demandados o afiliados por demandar, los argumentos que sostienen dichos recursos y la estimación de los costos y los recursos invertidos en los mencionados procesos judiciales. 

Para aquello, la Isapre contaba con un plazo que acaba esta misma jornada.

ISAPRES ADVIERTEN ESTRECHO MARGEN DE OPERACIÓN

En paralelo, desde la Asociación de Isapres advirtieron que las aseguradoras privadas afrontan un estrecho margen de operación, que actualmente se mantienen a flote solo por aportes de capital de sus dueños y que podrían verse a cerrar en los próximos meses.

El presidente del gremio, Gonzalo Simón, sostuvo que "las isapres ya no tienen margen de operación, hoy funcionan únicamente por aporte de capital de sus dueños y el cierre puede producirse en sólo meses".

"Afirmar lo contrario es arriesgado, porque más de 3 millones de beneficiarios escuchan el llamado a la tranquilidad y podrían verse, de la noche a la mañana, sin cobertura de salud y el Fonasa tendría que acoger a los cientos de miles de nuevos pacientes en una red de prestadores estrecha y que mantiene abultadas las listas de espera", acotó.