Caso Pablo Marchant: Informes del SML y la PDI desestiman que disparo mortal haya sido a "quemarropa"
Tras solicitud de la Fiscalía, el Servicio Médico Legal analizó y descartó la hipótesis de un perito contratado por la familia, que planteó que el miembro de la CAM fue "ejecutado".
"Se trata de un tiro a una distancia de 2 a 3 metros aproximadamente, y en términos de balística esto es a larga distancia", determinó la institución.
La PDI determinó que Marchant, en el momento de los hechos, portaba un fusil M16, que "había sido utilizado recientemente".
Sendos informes del Servicio Médico Legal y de la Policía de Investigaciones desestimaron que Pablo Marchant, abatido en un enfrentamiento con Carabineros el 9 de julio del 2021 en terrenos de la forestal Mininco en la comuna de Carahue, Región de La Araucanía, haya muerto producto de un disparo a "quemarropa".
Aquella hipótesis fue planteada por un perito privado contratado por la familia del joven, integrante de la Coordinadora Arauco Malleco. Según ese pre-informe, elaborado por Bernardo Morales, otrora jefe de Tanatología del SML, y quien no ha entregado el documento completo a los investigadores, apuntaba a un "mecanismo de ejecución" en circunstancias de que Marchant presuntamente estaba de rodillas y que los efectivos policiales habrían apoyado un arma en su cabeza, al analizar antecedentes que estaban en el expediente del homicidio, según publicó en noviembre del año pasado el medio digital La Otra Diaria.
En este marco, la Fiscalía solicitó al SML un informe tanatológico médico legal para revisar lo sostenido por Morales; estableciendo mediante el nuevo estudio la inexistencia de algunas características morfológicas de la herida producida por el proyectil, lo que descarta la hipótesis del perito privado, de acuerdo con La Tercera.
Al igual que en su informe inicial, el Servicio primero mantiene que la causa de muerte de Marchat fue un "traumatismo encéfalo craneano (...) por herida con arma de fuego, escopeta"
Luego, sostiene que los bordes de la herida "están limpios, sin ahumamiento ni quemadura en la piel, solo erosión y contusión, lo que nos demuestra que el taco ya se había abierto antes de penetrar la piel". A juicio de la doctora Nubia Riquelme, quien elaboró el informe, si se hubiese disparado a quemarropa "los perdigones más el taco disparados a corta distancia, actuarían como proyectil único, pero a mayor distancia se van dispersando, y su área de dispersión está en relación a la distancia que separa la boca del cañón del punto de impacto del proyectil, y en esta lesión hay perdigones en el borde superior de la lesión de cuero cabelludo, y también los hay en el borde inferior de esta lesión".
Morales planteaba que la herida de Marchant "reúne todas las características de un disparo con apoyo del cañón en el punto de entrada del proyectil balístico". El SML establece que para que aquello sea cierto "en los orificios de entrada, dependiendo de la distancia, la pólvora deja indicios por gases de la explosión, por la llama, el humo y granos de pólvora; la llama provoca quemadura y los pelos se queman, quedando torcidos y la quemadura en ocasiones suele verse de color amarillento, en la piel se pueden encontrar granos de pólvora no quemada; en disparos a boca de jarro, el humo se deposita sobre la herida y la ennegrece".
Sin embargo, en este caso, "si bien hay desgarros de cuero cabelludo, estos fueron producidos por las fracturas de la calota al estallar por la onda expansiva del disparo (...) no había en los bordes coloración negruzca, ni ahumamiento, tampoco había cabello quemado en esta área".
DISPARO ÚNICO Y A LARGA DISTANCIA
En la herida se encontraron dos pequeños fragmentos del taco plástico transparente que sale de la escopeta, "lo que revela que el taco se abre antes de entrar al cráneo y penetran solo partes de él, pues de haber entrado completo como en un hipotético caso de disparo a boca de jarro, se habría encontrado el taco completo, incluso sin estallar y con la totalidad de los perdigones en su interior (...) por lo cual la suscrita no considera que la lesión fuera producida a cañón tocante ni a corta distancia", continúa el informe legista.
De esta manera, la tanatóloga concluyó que, por "la dispersión de los perdigones, la dirección de estos, la ausencia en el orificio de entrada de características propias de un disparo a 'boca de jarro', (...) se trata de un disparo a una distancia de 2 a 3 metros aproximadamente y en términos de balística esto es a larga distancia (...) los perdigones satélites provocan las pequeñas lesiones contusa descritas en los bordes de esta herida de cuero cabelludo, hombro, en el brazo, cara anterior de hemi tórax izquierdo".
El pre-informe encargado por la familia apuntaba además que Marchant presentaba heridas en un hombro, brazo y tórax, y que las características biológicas de estas lo llevaban a concluir que se habían producido después del disparo en la cabeza, en un supuesto segundo disparo.
Pero, junto con determinar que se trata de lesiones producidas por el mismo y único tiro, la doctora Riquelme afirma que, "en este caso, se trata de una lesión única, por lo que por dispersión, los perdigones entraron en la piel del occiso milésimas de segundos antes que en la cabeza, y que si bien con esa lesión cráneo encefálica la muerte fue inmediata, hubo algunos segundos entre la lesión y la paralización del corazón por el automatismo, este latió durante unos segundos llevando sangre por el torrente arterial produciendo las características de vitalidad de las lesiones".
Igualmente, las heridas que presentaba el cuerpo están ubicadas en la zona de la cara y del hombro, mas no en el cuello, donde no hay rastros. Aquello, de acuerdo con los investigadores, demuestra que la posición que él tenía cuando recibió el disparo era portando el fusil, y concluyente con las declaraciones de Carabineros, respecto a que Marchant tenía su arma en posición de disparo -encogiendo el hombro y cercano a la oreja-.
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Otro análisis elaborado por la PDI, relativo a los peritajes balísticos en el lugar de los hechos, ha logrado establece la trayectoria, tipo de proyectil y el arma que fue utilizado, lo que acredita también que el fallecido miembro de la CAM murió producto del disparo del funcionario, pero descartando la tesis de la "ejecución".
Las primeras diligencias en el lugar determinaron que Marchant portaba un fusil M16 durante el ataque armado que perpetraba la CAM en el predio forestal Santa Ana. El arma fue sometido a un análisis químico por parte de la PDI, que estableció que al "interior del cañón se detectaron residuos químicos provenientes de un proceso de disparo, por lo que dicha arma había sido utilizada recientemente", lo cual se condice con las 11 vainillas encontradas en la zona y que coinciden con el fusil.
Respecto a este caso la Fiscalía de Alta Complejidad de La Araucanía lleva dos investigaciones paralelas: la primera sobre los hechos ocurridos ese día, y la segunda, por la muerte de Marchant, la participación de carabineros y la posible violación a los derechos humanos.