Veinte años de cárcel para hombre que atacó sexualmente a su hija y dos sobrinas
Los ataques de J.M.R.S., de 42 años, comenzaron cuando las niñas eran muy pequeñas y se mantuvieron hasta su adolescencia.
Fiscalía estudia apelar para lograr su cadena perpetua.
El Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Alto Hospicio condenó a 20 años de cárcel a un albañil de 42 años, identificado como J.M.R.S., tras ser declarado culpable de ataques sexuales reiterados cometidos en contra de su hija y dos sobrinas.
En el juicio oral, la fiscal especializada en delitos sexuales Camila Albarracín presentó la prueba testimonial y pericial que permitió dar por acreditado que a partir del año 2004, cuando una de las menores tenía seis años de edad y se encontraba en la casa ubicada en el sector de El Boro donde vivía su tío, éste la violó en varias ocasiones, agresiones que se mantuvieron hasta 2011, cuando la víctima cumplió 14 años.
De igual forma, en el año 2010, cuando otra sobrina del acusado, de seis años, vivía en Antofagasta y luego en la casa de su abuela, en el sector de La Negra, éste abusó sexualmente de ella en distintos momentos, y cuatro años después la violó en el domicilio de El Boro, hechos que se repitieron hasta diciembre de 2018.
Además, entre 2012 y 2018, en el domicilio de Alto Hospicio, el acusado abusó sexualmente en forma reiterada de su hija nacida en 2007.
FISCALÍA ESTUDIA APELAR PARA LOGRAR EL PRESIDIO PERPETUO
"Si bien estamos satisfechos de haber logrado la condena del acusado por los delitos por los cuales fue acusado, lo cierto es que nosotros estábamos solicitando la pena de presidio perpetuo, considerando la gravedad de los hechos que comenzaron cuando las niñas eran muy pequeñas y que se prolongaron hasta su adolescencia, provocándoles daños sicológicos permanentes", explicó la fiscal Albarracín.
Agregó que como el tribunal condenó al acusado a la pena única de 20 años de presidio, se está evaluando la presentación de un eventual recurso, "ya que nos parece que la determinación de la pena no recoge lo establecido en la ley y que dice relación con el mal causado respecto de las víctimas, la cantidad de delitos y el número de niñas afectadas".
En el juicio entregaron su testimonio las tres víctimas, quienes dieron cuenta de cómo se mantuvieron los ataques por tantos años, debido a que por mucho tiempo pensaban que era normal y porque el acusado las amenazaba con que si decían algo, las alejarían de la familia y la llevarían a un hogar.
También declararon los distintos sicólogos y profesionales que vieron a las niñas, confirmando sus relatos y los daños emocionales que estos ataques les provocaron.