EEUU declaró emergencia sanitaria nacional por la viruela del mono
"Estamos preparados para llevar nuestra respuesta al siguiente nivel", explicó este jueves el secretario de Salud de EEUU, Xavier Becerra.
La declaración permitirá a las agencias nacionales acceder a fondos de emergencia y facilitará la gestión de vacunas y tratamientos para la enfermedad.
A comienzos de esta semana, la Casa Blanca anunció la creación de un grupo de respuesta ante la propagación de la viruela del mono.
El Gobierno de Estados Unidos declaró este jueves una emergencia sanitaria nacional por el brote de viruela del mono que vive el país, en el que ya se han registrado miles de contagios aunque, de momento, ninguna muerte.
"Estamos preparados para llevar nuestra respuesta al siguiente nivel", explicó este jueves el secretario de Salud de EEUU, Xavier Becerra, en una llamada con periodistas.
La declaración permitirá a las agencias nacionales acceder a fondos de emergencia y facilitará la gestión de vacunas y tratamientos para la enfermedad.
También impulsará las labores de concienciación e información que, según las autoridades, son esenciales para contener los contagios, que avanzan con rapidez en el país.
"Animamos a todos los estadounidenses a que se tomen en serio la viruela del mono y que se responsabilicen para ayudarnos a hacer frente a este virus", añadió el secretario de Salud.
A comienzos de esta semana, la Casa Blanca anunció la creación de un grupo de respuesta ante la propagación de la viruela del mono, después de sufrir críticas por su lentitud a la hora de comprar vacunas y tratamientos.
De hecho, el comisionado de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en inglés), Robert Califf, anunció que su oficina ha identificado una posible solución para paliar la falta de vacunas suficientes, mientras las autoridades se hacen con nuevas dosis.
Dicha solución consistiría en administrar por vía intradérmica un quinto de la dosis que contiene un vial de la vacuna.
Eso permitiría a los tragajadores sanitarios utilizar un solo vial para administrar cinco dosis "sin comprometer su eficacia y seguridad", aseguró Califf.
La semana pasada, las autoridades sanitarias anunciaron que más de un millón de vacunas contra la enfermedad serían puestas a disposición de los estados en los próximos días, de las cuales ya se han entregado 600.000, anunció hoy Becerra.
Además, esperan recibir otras 150.000 dosis en septiembre, y vacunas adicionales en octubre y noviembre.
El país registra actualmente más de 6.500 contagios de viruela del mono, una cifra muy superior a los 4.600 que se registraban la pasada semana.
La declaración de emergencia nacional también obligará a que los estados compartan información sanitaria sobre la viruela del mono con las autoridades federales, lo que agilizará la respuesta a la emergencia, explicó la directora de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya decretó hace dos semanas una emergencia sanitaria internacional por el brote, después de que se hayan detectado más de 16.000 casos en 75 países, muchos de ellos europeos, y varias muertes.
Walensky explicó que las poblaciones de mayor riesgo y principal objetivo de la campaña de vacunación son, por un lado, los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres y que tienen el virus del VIH y, por otro, los varones con mayor riesgo de contraer el sida.
"Juntando a esas dos poblaciones, estimamos que hay entre 1.600 y 1.700 millones de personas en el mayor nivel de riesgo por la viruela del mono en este momento", afirmó.
Hasta la fecha, la gran mayoría de casos detectados en Estados Unidos, así como en otros países, se dan en hombres que han mantenido relaciones sexuales con otros hombres, si bien la enfermedad puede ser transmitida a cualquier persona.
Las autoridades sanitarias estadounidenses han avisado de que lo más probable es que los contagios de viruela del mono aumenten en los próximos días, por lo que es importante que la gente esté alerta y los centros sanitarios sepan que tienen reservas suficientes, tanto de vacunas como de tratamientos, para mantener el brote a raya.