Cepal subió previsión de crecimiento para América Latina, pero Chile no alcanza el 2%

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EFE

Según Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino del organismo de la ONU, "16 de los 33 países de la región no han recuperado sus niveles de PIB prepandemia".

De acuerdo al estudio, Venezuela crecerá más que todas las naciones del subcontinente, mientras que Haití tendrá una cifra negativa.

 ATON (Archivo)

La guerra en Ucrania, las fuertes presiones inflacionarias, el bajo dinamismo de la creación de empleo, las caídas de la inversión y las crecientes demandas sociales llevarán a la región a crecer solo un 2,7% este año.

La guerra en Ucrania, las fuertes presiones inflacionarias, el bajo dinamismo de la creación de empleo, las caídas de la inversión y las crecientes demandas sociales llevarán a Latinoamérica a crecer solo un 2,7 por ciento este año, reveló este martes la Cepal.

Pese a que subió en casi un punto su estimación de crecimiento (en abril pasado proyectó un 1,8 por ciento), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe alertó en su último informe que el escenario para la región es "muy complejo".

Según explicó Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino del organismo de la ONU, con sede en Santiago de Chile, "16 de los 33 países de la región no han recuperado sus niveles de PIB prepandemia".

Las economías que más se expandirán este año son Venezuela (10 por ciento), Panamá (7 por ciento), Colombia (6,5 por ciento), República Dominicana (5,3 por ciento), Uruguay (4,5 por ciento), Guatemala (4 por ciento) Honduras (3,8 por ciento), Bolivia (3,5 por ciento) y Argentina (3,5 por ciento), de acuerdo con el informe "Estudio Económico de América Latina y el Caribe".

En el medio de la tabla se encuentran Costa Rica (3,3 por ciento), Cuba (3 por ciento), Nicaragua (3 por ciento), Ecuador (2,7 por ciento), Perú (2,5 por ciento) y El Salvador (2,5 por ciento), mientras que los países que menos crecerán serán México (1,9 por ciento), Chile (1,9 por ciento), Brasil (1,6 por ciento), Paraguay (0,2 por ciento) y Haití (-0,2 por ciento).

Para el Caribe, la Cepal estima una expansión del 10,2 por ciento o del 4,7 por ciento sin contar a Guyana, que vive desde hace un tiempo un boom petrolero.

"Si bien algunos países de la región —principalmente los exportadores netos de energía— se han visto beneficiados por el alto precio de estos productos en los mercados internacionales, en la mayoría se están presentando caídas de los términos de intercambio", afirmó el estudio.

SENDA DE BAJO CRECIMIENTO

El director de la División de Desarrollo Económico del organismo, Daniel Titelman, explicó que el aumento de la previsión obedece sólo a "ajustes en el comportamiento del consumo" y que la región se encamina "a la senda de bajo crecimiento que exhibía antes del inicio de la pandemia".

"Brasil, por ejemplo, tuvo un primer semestre más fuerte de lo que se esperaba y eso afecta al promedio nacional. Pero el mensaje no cambia: la región se encamina a repetir el bajo crecimiento de antes de la pandemia en un contexto global más complicado", añadió.

La región, con 626 millones de personas y considerada la más desigual del mundo, afrontó la pandemia en un momento de debilidad de su economía, con un crecimiento que apenas alcanzó una tasa del 0,1 por ciento en 2019.

Tras el desplome del 6,8 por ciento registrado en 2020, la mayor recesión en 120 años, la región creció de rebote un 6,2 por ciento el año pasado.

El informe muestra también que la guerra en Ucrania ha seguido impactando en la inflación, que llegó al 8,4 por ciento regional en junio, "lo que equivale a más del doble del valor promedio registrado en el periodo 2005-2019".

Para este año, la Cepal espera que el valor de las exportaciones regionales aumente un 22 por ciento y el de las importaciones un 23 por ciento, por lo que el superávit en la balanza de la cuenta de bienes será menor que en 2021.

Después de que el año pasado la región fuera receptora neta de capitales, el informe señala que los datos disponibles al primer trimestre de 2022 muestran que la entrada de flujos se desacelera, debido principalmente a una "mayor estrechez de las condiciones financieras mundiales", sobre todo a partir de la guerra en Ucrania.

Cimoli advirtió, sin embargo, que el escenario puede mejorar si acaba la guerra en Ucrania, pero no solucionarse del todo: "Estamos entrando en un periodo donde las políticas industriales y productivas son muy soberanas, no es el mismo modelo de antes de la pandemia. Sí ayudaría muchísimo el fin de la guerra, pero hay que pensar que las cosas cambiaron para siempre", expresó.