Decodificando la última década de China: Atravesando montañas y valles para avanzar rumbo a zonas carentes de transporte y comunicación
Los ingenieros y obreros chinos se han enfrentado a grandes retos para abrir caminos entre montañas y tender puentes sobre ríos.
Uno de los objetivos del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China ha sido igualar el desarrollo de las conexiones de transporte y comunicación de todo el país. En este ámbito han destacado las regiones occidentales, caracterizadas por la poca actividad humana y sus durísimas condiciones naturales. Los ingenieros y obreros chinos se han enfrentado a grandes retos para abrir caminos entre montañas y tender puentes sobre ríos.
En los pasados 7 años, se establecieron 17 estaciones ferroviarias a lo largo de las dos orillas del río Yarlung Zangbo. El ferrocarril Lhasa-Nyingchi conectado por estas estaciones cruza el río en 16 puntos, trayendo con ello al Tíbet a la era del tren rápido.
A 4.700 metros de altitud, en la montaña Sejila nieva más de la mitad del año. Desde aquí, en un valle de alta montaña, la tuneladora de roca dura desarrollada por China, "Pionera de zonas nevadas", ha estado trabajando durante la mayor parte del año.
El frío intenso, la gran altitud y las condiciones geológicas especiales hacen que este sea el proyecto ferroviario más desafiante al que se ha enfrentado la humanidad. A lo largo de la última década, se han desarrollado equipos de última generación, como la "Pionera de zonas nevadas", que se han puesto al servicio de tareas igualmente difíciles. En las regiones del centro y del oeste de China, el número de máquinas de carretera se ha multiplicado casi por ocho en comparación con 2014.
En la última década, China ha avanzado para superar la brecha del transporte con una determinación y fuerza sin precedentes, y la red de comunicaciones y transporte ha agilizado la ampliación de su cobertura. En el vasto desierto de Gobi, la primera línea ferroviaria de circunvalación del mundo, de 2.712 kilómetros de longitud, rodea el desierto de Taklimakan.
En la provincia de Guizhou, famosa por su topografía kárstica, se han construido cerca de 20.000 puentes de todo tipo, convirtiendo una vasta región sin "ni una planicie de 3 pulgadas" en una "llanura de alta velocidad". Guizhou será pronto la primera provincia occidental de China en tener todas sus ciudades conectadas por trenes de alta velocidad y todos sus distritos rurales conectados por autopistas.
Durante la última década, China no se ha detenido ni un segundo en superar sus dificultades, creando milagros humanos uno tras otro en medio de las majestuosas montañas y valles, así como en las zonas rurales y desiertos más apartados. Gracias a dicho esfuerzo, las zonas antiguamente aisladas y cerradas se están integrando cada día más en las estrechas redes de comunicación del país, e innumerables personas han podido perseguir y cumplir su sueño en este proceso de desplazamientos.