Huenchumilla y revés en el plebiscito: No primó la carta, sino que un relato que no gustó
Más allá del texto, para el senador DC se instaló en el inconsciente colectivo que "estábamos frente a una cosa que no satisfacía a la gente".
"Se demostró que la gente no quiere saltos al vacío; quiere cambios pero serios, graduales; le tiene miedo a los experimentos", reflexionó.
El exintendente asume que el contundente triunfo del Rechazo es también un juicio a la compleja gestión del Gobierno.
A más de una semana del triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida, el senador Francisco Huenchumilla (DC) planteó que si bien la ciudadanía dio una lección a la centroizquierda, el resultado también desliza una falta de comprensión de la propuesta constitucional.
"No primó el aspecto intelectual o de leer la carta, sino que se armó un relato y a la gente simplemente no le gustó; emocionalmente rechazó lo que se le ofrecía y creo que cambió los paradigmas absolutamente", aseveró el parlamentario en "Profundidad de Campos" de TV Senado.
Huenchumilla atribuyó lo que llamó un "proceso fallido" a que "hubo una instalación en el inconsciente colectivo del país de que estábamos frente a una cosa que no satisfacía a la gente, que no le daba seguridad y que la veía como un salto al vacío".
"Con esto se demostró que la gente no quiere saltos al vacío; quiere cambios pero serios, graduales; le tiene miedo a los experimentos y vio esto como un experimento con posturas maximalistas", complementó.
A su juicio, "la Convención generó un escenario que a la gente no le gustó: la forma en cómo se instaló, como actuaron los convencionales, se fue generando un ambiente de falta de seriedad", y una vez en campaña, "la derecha escondió sus principales figuras, generando un relato en los medios de comunicación que este producto era malo y había que rechazarlo", dando pie a lecturas negativas de todo el proceso.
Para el senador, también contribuyó a aquello un "déficit en la conducción política del Gobierno, que cometió muchos errores y en seis meses demostró que el recambio generacional no lo es todo, sino que requiere de una mixtura de cambio, de fuerza y de experiencia", por lo que asume que el contundente resultado es también un "juicio a la gestión del Gobierno".
Considerando que la diferencia entre ambas opciones no fue marginal como se esperaba, el exintendente además se preguntó si "¿la gente quiere una nueva Convención, que elijamos de nuevo constituyentes, que entremos en ese proceso? Yo no lo tengo claro". Por lo mismo, sugirió a la clase política transitar ese camino con cuidado, pues un eventual nuevo proceso requiere legitimidad ciudadana.