OMS advierte vínculo de pérdida de audición con salud mental
Organismo destacó importancia del uso de audífonos pues una de cada tres personas mayores de 65 años padece problemas auditivos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada tres personas mayores de 65 años sufre problemas auditivos y el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, estableció que estas dolencias pueden afectar directamente sobre la salud mental.
El médico afirmó que "nuestra capacidad de audición es un bien muy preciado y, si no se tratan, las pérdidas auditivas pueden acarrear consecuencias devastadoras en la capacidad de las personas para comunicarse, estudiar y ganarse la vida. Además, también pueden afectar a su salud mental y a la posibilidad de que mantengan relaciones".
Por ello destacó la importancia de "intervenciones basadas en datos científicos para solucionarlo. Esperamos que todos los países integren estas medidas en sus sistemas de salud para hacer realidad nuestro anhelo de alcanzar la cobertura sanitaria universal".
Un punto importante según la OMS es hacer masivo el uso de audífonos en estos grupos, lo que es respaldado por el estudio "Impacto social del uso de audífonos en adultos mayores" de los médicos chilenos Natalia Tamblay, Iván Villalobos, Alejandro Pastene, Maritza Rahal, que detalla que la hipoacusia en personas mayores produce problemas de comunicación, reducción de la actividad social, deterioro cognitivo, alteraciones de memoria y alteraciones emocionales como un mayor riesgo de depresión.
"Diversos estudios demuestran que los audífonos ayudan a conservar la independencia, capacidades mentales, salud física y emocional, y vida laboral, doméstica y social de una persona con pérdida auditiva", señala Luciano García, fonoaudiólogo de GAES Chile.
La preocupación radica en que según la OMS solo el 17% de todas las personas que podrían beneficiarse de utilizar un audífono lleva uno y el porcentaje de personas que no lo lleva es prácticamente igual de alto en todas las partes del mundo (varía entre 77% y 83% entre las regiones de la OMS y entre 74% y 90% en función de los niveles de ingresos).