Presidenta moldava reconoce "riesgo" de golpe de Estado orquestado por Rusia
"Sabemos que existen estos riesgos", advirtió Maia Sandu, que apuntó a su intento de reformar el país y acercarlo a la Unión Europea, lo que Moscú intentaría evitar.
La mandataria aseguró que las autoridades del país tienen "pruebas" de que los manifestantes han recibido dinero por parte de "grupos corruptos".
"Sabemos que existen intenciones de utilizar el malestar de los ciudadanos en relación con el aumento de precios, sobre todo de los recursos energéticos", dijo el gobierno moldavo.
La presidenta de la República de Moldavia, Maia Sandu, ha reconocido que ella y su Gobierno corren peligro de ser víctimas de un golpe de Estado orquestado por los servicios secretos de Rusia, debido a su intento de reformar el país y acercarlo a la Unión Europea (UE).
Preguntada por el portal online rumano G4Media sobre la posibilidad de que Moscú y el servicio secreto ruso FSB organicen o financien una revuelta popular o un golpe de Estado contra ella, Sandu ha contestado: "Sabemos que existen estos riesgos".
En la entrevista, publicada hoy, la presidenta moldava recuerda que el Departamento de Estado de Estados Unidos (EEUU) ha advertido recientemente de la "colaboración" en Moldavia entre "grupos corruptos" moldavos, "partidos prorrusos" y los "servicios secretos de la Federación Rusa".
"Sabemos que existen intenciones, intentos, de utilizar el malestar de los ciudadanos en relación con el aumento de precios, sobre todo de los recursos energéticos", remachó Sandu, que recordó que las autoridades moldavas tienen "pruebas" de que los manifestantes han recibido dinero por parte de "grupos corruptos".
Sandu hizo referencia directa a los políticos y oligarcas moldavos Ilan Shor y Vladímir Plahotniuc, ambos fugitivos de la justicia de su país y que fueron sancionados la semana pasada por el Tesoro de EEUU. Sandu también mencionó como responsable al alcalde de la capital, Chisinau, el prorruso Ion Ceban.
La oposición prorrusa de Moldavia ha organizado en las últimas semanas una serie de protestas callejeras contra la inflación y el encarecimiento de la energía en el país, que ha visto como el gigante energético ruso Gazprom le reducía drásticamente su suministro de gas en los últimos días.
La Fiscalía moldava se incautó el mes pasado de 185.000 euros que el partido del oligarca y político prorruso Ilan Shor -que arenga por internet las protestas desde su refugio en Israel- habría destinado a pagar a los manifestantes críticos con Sandu.
Según una investigación reciente del Washington Post, Shor contaría con apoyo del FSB ruso a la hora de organizar estas protestas.