ONU y Human Rights Watch urgen a China respetar las protestas contra la estrategia "Covid cero"
El organismo multilateral con sede en Nueva York defendió "la importancia del derecho de la gente a concentrarse pacíficamente, a asociarse y a manifestarse en paz".
"Las autoridades no deberían reprimir las protestas, sino permitir que todos expresen pacíficamente sus puntos de vista", señaló, a su vez, la ONG.
La indignación por la muerte de 10 personas en un edificio aparentemente confinado de la ciudad de Urumqi (noroeste) el pasado día 24, se transformó el domingo en vigilias y protestas inéditas en numerosas partes del país, como Pekín o Shanghái.
La ONU y la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) pidieron este lunes por separado al gobierno chino que respete el derecho de manifestación de los ciudadanos que protestan contra las restricciones impuestas a nivel nacional para evitar la propagación del Covid-19.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo en su rueda de prensa diaria que no pensaba pronunciarse sobre la política de China contra el coronavirus, pero que en el gigante asiático, como en el resto del mundo, creen en "la importancia del derecho de la gente a concentrarse pacíficamente, a asociarse y a manifestarse en paz".
"Urgimos a las autoridades (chinas) a garantizar ese derecho", dijo, sin más detalles.
Más explícito fue el comunicado emitido por la organización HRW: "Las autoridades chinas no deberían reprimir las protestas, sino permitir que todos expresen pacíficamente sus puntos de vista", aseguró la investigadora de la organización, Yaqiu Wang.
La ONG se hacía eco en una nota de varias protestas ocurridas el fin de semana en diferentes ciudades chinas, como Shangái, donde miles de personas se manifestaron entre gritos de: "Abajo el Partido Comunista" o "Abajo el presidente (chino) Xi Jinping", entre otros, indicó HRW.
People across China are taking extraordinary risks to demand their human rights.
— Human Rights Watch (@hrw) November 28, 2022
Chinese authorities have badly underestimated the willingness of people across the country to risk all to have their rights and liberties respected. https://t.co/DdEe6YgARN pic.twitter.com/LrcbXOgPh8
La indignación por la muerte de 10 personas en un edificio aparentemente confinado de la ciudad de Urumqi (noroeste) el pasado día 24, se transformó el domingo en vigilias y protestas inéditas en numerosas partes del país, como Pekín o la ya citada Shanghái.
Algunas grabaciones mostraron cómo cientos de personas marchaban por las calles de diferentes ciudades mientras mostraban hojas de papel en blanco que representaban su oposición a la censura.
HRW asegura que en videos que circulaban por las redes sociales se ve decenas de policías llegando a Shangái y otros lugares, para intentar dispersar a los manifestantes y en los que también aparecen agentes conduciendo a personas a furgones.
This is an extraordinary, historic moment in China
— Selina Wang (@selinawangtv) November 27, 2022
Protests are breaking out across the country-from Beijing, to elite colleges, to other major cities, and even far flung places
Shocking to hear people chanting for Xi to step down
This is people past their breaking point @cnn pic.twitter.com/6lccNGIycT
Protests in China are not rare. What *is* rare, are multiple protests over the same issue, at the same time, across the country. The protest below, apparently in central Beijing’s liangmaqiao, is astounding #China #protests pic.twitter.com/UHJCqqF1YG
— Tom Mackenzie (@TomMackenzieTV) November 27, 2022
ARRESTO DE UN PERIODISTA DE LA BBC
La ONG también denuncia que la Policía de Shangái esposó a un periodista del canal BBC que cubría las protestas y lo llevó a una comisaría donde fue golpeado.
El cámara Ed Lawrence cubría las manifestaciones en la megalópolis china este domingo cuando fue "atacado" por varios agentes del cuerpo policial local, denunció hoy el medio británico.
"Si bien las protestas a pequeña escala por abusos concretos del Gobierno ocurren ocasionalmente en China, es extremadamente raro que las personas pidan públicamente que el presidente Xi Jinping renuncie o que se ponga fin al Gobierno del Partido Comunista", apunta HRW.
Según la ONG, en los últimos años, las autoridades han endurecido la censura en Internet, han aumentado la implantación de tecnologías de vigilancia, han desmantelado grupos de la sociedad civil y detenido a numerosos activistas independientes, "lo que ha hecho que sea extremadamente difícil organizar protestas a gran escala".