Sebastián Benfeld, el joven premiado por la ONU que quiere hacer de Chile y el mundo "un lugar mucho más verde y justo"
El joven fue uno de los seis líderes juveniles galardonados a nivel mundial y el único latinoamericano.
Su historia con el activismo nace desde la experiencia de vivir en la zona de Quintero y Puchuncaví.
Benfeld ganó notoriedad tras ser parte de una protesta en la Comisión de Medio Ambiente en 2019.
El activismo medioambiental se tornó muy serio para Sebastián Benfeld cuando tomó la palabra en una protesta sorpresa de un grupo de jóvenes en plena Comisión de Medio Ambiente en 2019.
En ese entonces apenas había cumplido la mayoría de edad y ahora, a los 21, su liderazgo ha sido premiado por Naciones Unidas.
El estudiante chileno fue uno de los seis líderes juveniles galardonados a nivel mundial -y el único latinoamericano- por los resultados concretos de su trabajo como activista en favor del reconocimiento del derecho humano a un medio ambiente sano, tras haber nacido y crecido en las comunidades de Quintero y Puchuncaví.
"Mi zona, antes de las industrias contaminantes, era buena para la pesca y la agricultura, pero hoy ya no porque el fondo marino está totalmente contaminado, al igual que el aire y los suelos", dijo Benfeld en Ginebra, donde se realizó la premiación de la ONU, en colaboración con el consorcio de la Radio y Televisión Pública Suiza y otras entidades.
La protesta con pancartas denunciando esa situación en el debate de la Comisión de Medio Ambiente en 2019 le dio notoriedad a Benfeld, quien había encontrado inspiración en el movimiento juvenil "Viernes por el Futuro", iniciado por la activista sueca Greta Thunberg.
Como uno de los representantes de la versión chilena de "Viernes por el Futuro" acudió en 2020 a la Cumbre sobre el Cambio Climático de Madrid (COP25), donde denunció las violaciones de los derechos humanos como consecuencia de la contaminación ambiental.
Poco después de esa acción fue invitado a hablar en el Senado, donde reclamó la participación de los jóvenes en las políticas públicas medioambientales, y creó "Escazu Ahora", una fundación que tiene la finalidad de defender el derecho a la información ambiental, a la participación en la toma de decisiones ambientales y el acceso a la justicia ambiental.
El nombre de la fundación, explicó, proviene del Tratado de Escazú, "un acuerdo ambiental a nivel de América Latina y el Caribe, y el único en el mundo, que protege a las y los defensores ambientales, y que me pareció muy bueno porque da herramientas a las personas para que ellas mismas puedan defenderse ante las injusticias y desigualdades medioambientales".
La organización empezó con sus amigos de "Viernes por el Futuro" y algunos profesores que había tenido en el colegio, entre ellos su exprofesora de Lenguaje, quien ahora es la secretaria general de "Escazú Ahora", un trabajo que -al igual que todo el equipo operativo- realiza como voluntaria.
Benfeld explicó que su mayor logro hasta ahora ha sido conseguir que el Estado chileno suscribiera el Tratado de Escazú muy rápido, una semana después de que asumiera el actual Gobierno, y que el Congreso lo ratificara por amplia mayoría.
A raíz de la adhesión de Chile al tratado, el Gobierno regional de Valparaíso decidió invertir en la instalación de monitores de calidad del aire y estudia también medir la calidad del suelo
"Si somos escépticos y nos quedamos de brazos cruzados estaremos contribuyendo a que la extinción de la especie humana sea más inminente", sentenció. El premio lo motiva a seguir en esta lucha "para hacer de Chile, Latinoamérica y el mundo un lugar mucho más verde y justo".