Por primera vez, los fármacos de salud mental son los de segundo mayor consumo en Chile
Hubo un alza de 89% en los consumidos en dos años, lo que para los expertos se debe principalmente a los efectos de la pandemia y también por el estrés que dejó el estallido social.
Un problema que se enfrenta es el aumento de la automedicación, mediante las ventas en ferias o en el mercado informal.
Los recetados para afecciones cardiovasculares siguen siendo los más consumidos respecto a la dosis por día por cada mil habitantes, pero ahora les siguen los antidepresivos, ansiolíticos y antipsicóticos.
El Ministerio de Salud evidenció que, por primera vez, los fármacos para tratar enfermedades o trastornos mentales son los de segundo mayor consumo en el país.
Mediante las cifras recientes que fueron publicadas por el Departamento de Economía de la Salud (Desal), dependiente de la cartera, se dio a conocer que entre el 2011 y 2021, los medicamentos que son más consumidos -respecto a la dosis por día por cada mil habitantes- son los recetados para afecciones cardiovasculares, como ha sido en la última década, informó El Mercurio.
Estos son antihipertensivos, diuréticos, vasodilatadores o agentes que reducen los lípidos séricos; siendo seguidos por los antidepresivos, ansiolíticos y antipsicóticos.
Para el psiquiatra de la Red Salud UC Christus, Alberto Aedo, "esto es un fiel reflejo de cómo ha aumentado mucho la prevalencia de patologías psiquiátricas en la población chilena", lo que ha tenido "dos grandes acelerantes".
"Tuvimos la situación sociopolítica del 19 de octubre en adelante, que al margen de lo ideológico, fue una situación súper estresante para todos los chilenos. Luego vino el segundo golpe, en marzo de 2020, con el confinamiento y todo lo que pasó y sigue pasando", comentó.
ALZA DEL 89% EN DOS AÑOS
El alza del consumo de estos medicamentos comenzó a marcarse en 2019, con 147 dosis diarias por cada mil habitantes, respecto a 2014 que tuvo una tasa de 123 dosis.
Ya en 2020 las cifras de los fármacos para tratar afecciones a la salud mental se dispararon a 196 dosis diarias y aumentaron hasta 233 en 2021, siendo un alza de 89% en dos años, según el rotativo.
Daniel Sánchez, psicólogo e investigador de la Universidad Central, coincidió respecto a los efectos de la pandemia y señaló que "mucho se habla de los efectos (de esta) en la salud mental, pero pocos se lo toman realmente en serio", considerando que se prevén efectos "por los próximos 15 años", lo que en Chile "ya lo estamos viendo con lo que pasa en las calles, los estudiantes, etc".
Ante las dificultades que ha generado la pandemia, relativas al aislamiento social, los costos económicos y problemas financieros, así como el sufrimiento por la pérdida de seres queridos en ese período, "se debería favorecer el uso de medidas preventivas y de autocuidado en temas de salud mental", dice Jorge Gaete, psiquiatra y académico de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes.
El profesional señaló que los establecimientos educativos y los trabajos "son lugares propicios para implementar programas de prevención", aunque indicó que "debemos aumentar la oferta de servicios de atención, tanto privados como públicos".
AUMENTO DE LA AUTOMEDICACIÓN
Daniel Sánchez advirtió que además de los medicamentos recetados por los psiquiatras, está "todo lo que se vende en las ferias o el mercado informal", otro problema "más grave", ya que eso lleva asociado otro conflicto: "por ejemplo, que los medicamentos muchas veces están vencidos en la feria y puede generar un efecto adverso".
Además de aquello, el psicólogo acotó que "el medicamento frena el síntoma, pero no me resuelve el problema. Mucha gente piensa que a través de los medicamentos va a solucionar los problemas de la pandemia", lo que no es así.
Mientras, Aedo señaló que la automedicación "ha aumentado como una consecuencia de que los dispositivos de salud mental hoy día no dan abasto, tanto en la salud pública y privada; tomar una hora con un especialista está siendo muy difícil", y aunque "ha sido una tremenda crisis en los últimos tres años", también ha sido "una oportunidad para algunas personas de buscar otras formas de ayuda", como actividad física o terapias psicológicas".