Comienza juicio contra carabineros acusados de disparar a multitud en medio del estallido social
Disparos injustificados, apremios ilegítimos con resultado de homicidio frustrado y -solo en el caso del oficial- falisificación de instrumento público, son los delitos acusados.
Para el sargento se pide presidio perpetuo simple y para el capitán se solicitan penas que suman 16 años de presidio.
En Viña del Mar comenzó el juicio contra un sargento y un capitán acusados de apremios ilegítimos con resultado de homicidio frustrado, disparos injustificados y –solo respecto del oficial- falsificación de instrumento público.
Por los hechos, que ocurrieron el 22 de octubre de 2019 en el marco del estallido social, el Ministerio Público pide presidio perpetuo simple para el sargento –a quien se le sindica haber herido a siete manifestantes- y un total de 16 años para el oficial, quien habría herido a una sola persona declarando luego en el parte policial que producto de los disparos no hubo personas lesionadas.
En los alegatos de apertura, el fiscal de la Unidad de Violencia Institucional, Juan Sebastián de la Fuente, sostuvo que "se utilizó un arma que eventualmente podría quitarle la vida a una persona".
"Ambos funcionarios de Carabineros, podían no menos que representar –incluso para una persona media- sabe que disparar a una multitud de personas puede ocasionar la muerte. Apremio porque son funcionarios públicos que en ejercicio de sus funciones abusaron de su cargo", agregó el persecutor.
"No existía motivo ni razón, ni como dice la circular (del uso de la fuerza) una amenaza potencialmente letal, tanto para los funcionarios de Carabineros como para terceros", acotó el fiscal.
En sus alegatos le sucedieron el Consejo de Defensa del Estado desde donde señalaron que si bien se trató de momentos difíciles, no justificaban el uso excesivo de la fuerza, como también el Instituto Nacional de Derechos Humanos, cuya representando abordó la "vasta experiencia" de los funcionarios para saber que sus armas eran letales, por lo que indicaron que su actuar sería "excesivo e ilegítimo".
"Tenían que defenderse"
Al turno de las defensas el primero en hablar fue el defensor privado del oficial, Juan Carlos Manríquez, quien indicó a los magistrados que "van a tener la posibilidad de sentir los ruidos, las piedras, el humo, los gases, pero no van a sentir el agobio desde las 7 de la mañana".
"Los llamados, las urgencias, las coberturas, las peticiones de cooperación, la solicitud de material de trabajo que no llegó. ¿Es esa la violencia institucional que tenemos que juzgar? Démosles a cada cual lo suyo", dijo el defensor emplazando al Consejo de Defensa del Estado.
Por su parte, el defensor Daniel Muñoz, representante del sargento, agregó que en el lugar de los hechos "se reunieron cerca de 3 mil personas".
"El uso de las armas fue estrictamente necesario, carabineros acosados, acorralados, tenían que defenderse, tenían que impedir que la multitud avanzara. (...) Después que se usaron los revólveres llegó el refuerzo de los elementos lacrimógenos y por eso con posterioridad las personas se sentaron en el suelo y levantaron las manos", agregó el abogado Muñoz.