Huelgas en refinerías, puertos y la electricidad en Francia por las pensiones
El gran reto de los sindicatos es volver a movilizar de forma masiva el próximo día 31 como ya lo hicieron el 19 de enero.
Los manifestantes piden al Gobierno que renuncie al eje central de su reforma, retrasar la edad mínima de jubilación de los 62 a 64 años.
La oposición a la reforma de las pensiones del Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, vive a partir de este jueves un nuevo episodio con llamados a la huelga en algunos sectores como las refinerías, la electricidad o los puertos.
En vísperas de la segunda convocatoria unitaria de todos los sindicatos franceses el próximo día 31, los paros organizados hoy, que en su mayoría deben prolongarse el viernes, tienen detrás sobre todo a la Confederación General del Trabajo (CGT).
En su cuenta de Twitter, su sección de la federación de minas y de energía hace un llamado para "actuar e intensificar la relación de fuerza" este jueves y viernes antes del día 31, una jornada para la que el mensaje es "todos en huelga y en la calle".
Los paros del sector eléctrico, como ya ocurrió la semana pasada, se prevé que se traduzcan en reducciones de la producción en las centrales nucleares (que en tiempos normales aportan un 70 por ciento de la generación de corriente del país) o en las hidroeléctricas.
En las refinerías, aunque no se espera un parón total de su funcionamiento, lo que sí cabe es un bloqueo de entradas o salidas.
En los puertos, la CGT ha convocado paros de 24 horas, con lo que en principio no deberían prolongarse.
Los líderes de los ocho grandes sindicatos franceses quisieron escenificar este miércoles, pese a las estrategias divergentes de protesta, su unidad ante la Asamblea Nacional donde la semana próxima va a comenzar el examen en comisión del proyecto de reforma de las pensiones.
Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), dejó claro una vez más que su central no es favorable a bloquear el país, como parece ser el objetivo de la CGT, pero coincide en el objetivo de que el Gobierno tiene que renunciar al eje central de su reforma, retrasar la edad mínima de jubilación de los 62 a 64 años.
El gran reto de los sindicatos es volver a movilizar de forma masiva el próximo día 31 como ya lo hicieron el 19 de enero, cuando según la policía salieron a la calle 1,1 millones de manifestantes (más de 2 millones, según la CGT).
Para los días siguientes, de nuevo la CGT ha lanzado otras convocatorias de paro en la electricidad y en especial en la compañía ferroviaria SNCF el 7 y el 8 de febrero.