Llega a las áreas opositoras de Siria la primera ayuda humanitaria
El cargamento no incluye comida ni materiales para labores de rescate, sino tiendas de campaña, mantas, kits de higiene y productos de limpieza.
Viviéndose ya el cuarto día de la catástrofe, el presidente Bachar Al Asad aún no ha hablado públicamente.
Bab Al Hawa es la única vía de entrada de suministros a las zonas de oposición como Idlib y Alepo, provincias donde residen más de 4 millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria.
El primer convoy con ayuda humanitaria de la ONU llegó hoy a las áreas opositoras del noroeste de Siria a través del paso fronterizo de Bab al Hawa, que une la provincia siria de Idlib con Turquía, casi cuatro días después del seísmo inicial.
Los equipos han terminado de descargar el contenido de los seis vehículos que integran el convoy en el propio paso fronterizo y los materiales serán ahora distribuidos en las zonas opositoras por ONG socias de las Naciones Unidas, explicó una fuente, que pidió el anonimato.
Según dijo, los suministros incluyen tiendas de campaña, mantas, colchonetas, pañales, kits de higiene y productos de limpieza, pero los camiones no llevaban a bordo ninguna cesta de comida ni materiales técnicos para ayudar en las labores de rescate del terremoto.
El envío de este cargamento ya estaba previsto antes de los seísmos como parte de los repartos rutinarios de la ONU y quedó suspendido a consecuencia de la catástrofe, que ocasionó daños en las carreteras adyacentes tanto del lado turco como del sirio, si bien algunas eran aun así transitables.
Estos son los primeros suministros que entran a Idlib desde el terremoto inicial registrado en el sureste de Turquía la madrugada del pasado lunes.
EL PASO DE BAB AL HAWA
Bab al Hawa es la única vía directa de entrada de suministros a las zonas de las provincias de Idlib y Alepo en manos de la oposición siria, donde residen más de 4 millones de personas que ya antes de la catástrofe dependían de la ayuda humanitaria y cerca de 3 millones de desplazados internos.
La única otra alternativa son los denominados envíos "translineales" desde áreas en manos del Gobierno de Bachar al Asad, una opción que presenta muchas limitaciones y que la ONU planea utilizar para hacer llegar un convoy al noroeste en los próximos días, según su portavoz Stéphane Dujarric.
Por ello, la Secretaría General de la ONU pidió ayer a los países del Consejo de Seguridad que estudien la posibilidad de autorizar el uso de más cruces fronterizos para agilizar la llegada de ayuda las regiones opositoras, que podrían ser accesibles desde otros dos pasos con Turquía actualmente cerrados.
La cuestión de la ayuda transfronteriza a las zonas opositoras de Siria ha sido en los últimos años un tema muy controvertido en el Consejo de Seguridad, donde los vetos de Rusia, aliada del Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, han ido obligando a recortar el número de cruces disponibles hasta dejarlo solo en uno.
AL ASAD SIGUE EN SILENCIO
El presidente sirio, Bachar al Asad, todavía no ha dado ningún discurso público desde el primer terremoto que golpeó el país hace ya cuatro días y que dejó más de 3.000 muertos y una gran devastación en las áreas controladas por su Gobierno, además de otras en manos de la oposición.
Aunque el silencio institucional es una herramienta habitualmente utilizada por las autoridades sirias, Al Asad acostumbra a dar discursos a la nación en momentos puntuales que así lo requieren y de vez en cuando incluso acepta entrevistas con algún medio o habla durante una sesión parlamentaria retransmitida en directo.
Además, sí han comparecido en rueda de prensa estos días miembros del Gabinete de Ministros y el primer ministro del país, Husein Arnous, que ayer mismo realizó una visita a zonas afectadas por los seísmos en las provincias noroccidentales de Latakia y Alepo en manos de Damasco, según la agencia oficial de noticias SANA.
La tragedia golpeó Siria en medio de un creciente descontento popular debido a la grave crisis económica y humanitaria registrada en el país, donde también hay una grave escasez de combustible y recientemente se habían producido algunas protestas simbólicas contra Damasco en localidades meridionales.
El número de muertos por los terremotos en todo el país se eleva ya a 3.162 y el de heridos se sitúa en al menos 5.235, incluidas las áreas en manos de la oposición y las controladas por Damasco.