Rusia acelera el paso en Ucrania en vísperas del aniversario de la contienda
El ejército ruso ha lanzado cerca de 106 misiles y 59 ataques aéreos este viernes, los que 83 fueron rechazados por las baterías antiaéreas ucranianas.
A pesar de ello, el avance ruso no ha logrado mayores resultados y un estudio estadounidense explicó que es debido a la baja calidad de los reservistas movilizados.
Las tropas rusas aceleran el paso en el Donbás al tiempo que incrementan la magnitud e intensidad de los bombardeos en toda Ucrania, a medida que se acerca el primer aniversario, el día 24, de la conocida en Moscú como "operación militar especial".
Según informó el sábado el Estado Mayor ucraniano, el ejército ruso continúa su ofensiva en cinco direcciones diferentes a lo largo de todo del frente, aunque a costa de grandes pérdidas en sus filas.
Los rusos centran sus esfuerzos principalmente en la región de Donetsk, pero también en las vecinas Járkov y Dnipropetrovsk, en un intento de envolver a las tropas ucranianas desplegadas en el Donbás.
AVANCES ESCASOS, BOMBARDEOS MASIVOS
En Donetsk el objetivo ruso consiste en lograr romper las líneas enemigas en las afueras de la capital regional, especialmente en Avdiivka, defendida desde 2014 por los soldados ucranianos más forjados en combate.
Los rusos también avanzan lentamente hacia el cruce de caminos de Bajmut tras la toma de Soledar y varias localidades adyacentes.
En cambio, por el momento, no han tenido éxito ni a la hora de recuperar Limán, que fue tomada por los ucranianos tras la anexión rusa de septiembre, ni al asaltar Vuhledar, más al sur.
Kupiansk es el objetivo prioritario en Járkov, de donde los rusos se tuvieron que retirar deprisa y corriendo hace casi seis meses, uno de los detonantes de la movilización parcial ordenada por el Kremlin.
La confirmación de que Moscú está sufriendo grandes pérdidas en su ofensiva es que el ejército ruso ha habilitado un nuevo hospital militar en la región de Lugansk para atender al gran número de heridos que llegan del frente.
A esto hay que sumar los 106 misiles lanzados y los 59 ataques aéreos realizados el viernes por Rusia -de los que 83 fueron rechazados por las baterías antiaéreas-, lo que Kiev describió como el mayor bombardeo enemigo desde el comienzo de las hostilidades hace casi un año.
Según el Estado Mayor, el enemigo lanzó 74 misiles de crucero desde tierra y mar y 32 misiles S-300, a lo que hay que sumar los ataques aéreos, 28 con drones iraníes, y los casi cien ataques con lanzaderas múltiples.
"Hemos bloqueado el transporte por vía férrea de armamento, munición y reservas extranjeras hacia el teatro de operaciones", destacó el sábado el general Ígor Konashénkov, portavoz del ministerio de Defensa ruso, en su parte diario.
LA OFENSIVA QUE NO LLEGA
Los blogueros militares rusos acusan a los altos mandos militares de repetir los mismos errores que en 2022, lo que explicaría la incapacidad de asaltar los principales bastiones ucranianos en Donetsk.
En cambio, el estadounidense Instituto sobre el Estudio de la Guerra aseguró este sábado en su informe diario que el problema radica más que en fallos de estrategia en la baja calidad de los reservistas movilizados.
Según la Casa Blanca, la gran ofensiva rusa no llegará hasta la primavera. El invierno ha sido aprovechado por Moscú para entrenar a reservistas y voluntarios, desgastar las defensas ucranianas y martillear la infraestructura civil.
Los rusos estarían intentando localizar ahora los eslabones más débiles en las posiciones enemigas y en cuanto mejore el tiempo lanzarán su mayor ataque de los últimos meses, explicó John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Por su parte, el diario "New York Times" informó de que el ejército ucraniano también planea recuperar Melitópol, la segunda ciudad de la región de Zaporizhia y centro neurálgico de la logística rusa en la retaguardia, en gran medida gracias a que es un vital cruce de carreteras y vías ferroviarias.
En caso de éxito, los ucranianos lograrían debilitar el control ruso sobre la vecina región de Jersón, que entonces únicamente podría recibir refuerzos y suministros desde la anexionada península de Crimea.
Funcionarios estadounidenses han recomendado a Kiev que se abstenga de atacar hasta haber recibido el armamento pesado ofensivo occidental.
ZELENSKI, OPTIMISTA TRAS LA GIRA EUROPEA
En su alocución diaria el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se mostró satisfecho de su gira europea y optimista sobre la llegada de tanques, misiles y también aviones al campo de batalla.
"Hay acuerdos muy importantes y hemos recibido buenos indicios. Pero aún tenemos trabajo por delante", dijo y dio las gracias tanto al Reino Unido como a Francia, Alemania y a la Unión Europea, en general.
Al respecto, su asesor, Mikhailo Podolyak, aseguró estar convencido de que Ucrania recibirá este año aviones de guerra, algo a lo que aún se resisten la mayoría países occidentales.
Tras reunirse con el líder ucraniano en París, el canciller alemán, Olaf Scholz, expresó su confianza en que Kiev reciba 80 tanques Leopard 2 antes de finales de marzo.
En una clara muestra de apoyo a Zelenski en vísperas del aniversario del comienzo de la contienda, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajará del 20 al 22 de febrero a Polonia, donde anunciará un nuevo paquete de asistencia militar para Kiev.