Hija adoptiva de Paul Schäfer murió en Alemania a los 55 años
Rebeca Schäfer cuidó al jerarca en la clandestinidad, cuando ya era un anciano.
Existen diferentes versiones sobre su llegada a Colonia Dignidad, hecho que ocurrió en 1975.
Rebeca Schäfer, hija adoptiva del líder de Colonia Dignidad, Paul Schäfer, falleció este miércoles en el sur de Alemania a los 55 años, producto de un cáncer del aparato digestivo.
Según publicó Deutsche Welle, su nombre de nacimiento era Rebeca del Carmen Valenzuela Soto y existen distintas versiones sobre su llegada a Villa Baviera, la que habría ocurrido en 1975.
Jan Stehle, investigador del Centro de Investigación y Documentación Chile-Latinoamérica (FDCL), señaló que "cuando Schäfer quiso regularizar la adopción en la embajada alemana, la diplomacia podría haber indagado más, pues se trataba de un hombre buscado por la Fiscalía de Bonn desde 1961 hasta 1974 por abuso de menores".
"Este caso simboliza la situación de los menores chilenos apropiados: autoridades alemanas y chilenas contaban con mucha información, pero no indagaron. Hasta el día de hoy, han sido el eslabón más bajo de la jerarquía y no ha habido mecanismos para ayudarlos", añadió.
Rebeca nunca tuvo un lugar de poder en la jerarquía de la colonia, ya que esa posición estaba reservada para los hombres. Donde sí tuvo participación fue en el cuidado de Schäfer en la clandestinidad, ya siendo anciano.
Hernán Fernández, abogado de víctimas de Colonia Dignidad, recordó que "tuvo un fanatismo extremo. La transformaron en un espejo de quienes ejercieron el poder en la secta".
Un excolono, quien no quiso dar a conocer su identidad, contó que "hasta el final fue fiel a Schäfer, no reconocía los crímenes que él cometió. Y fue la única adoptada que no se reencontró con su familia".
Hace cerca de seis años, Rebeca viajó a Alemania, donde se capacitó en temas de alimentación natural y vitaminas para realizar asesoramiento nutricional. Tras ser emplazada a tomar una postura sobre su pasado, en enero habría enviado un mensaje a las mujeres de su grupo pidiendo perdón por la forma en que las trató.
Fernández recuerda que "Rebeca es un caso emblemático. Muestra el daño que causaron el Estado alemán y el Estado chileno por sus graves omisiones, porque fueron indiferente a este verdadero secuestro, a adopciones fraudulentas, al robo de niños a familias chilenas, y no la rescataron de este sistema sectario y de asociación criminal".
"Es también un caso muy desolador, porque nunca supimos todo lo que ella supo, estando tan cerca del poder, sobre las violaciones masivas de derechos humanos a chilenos, las torturas a los colonos, y también sobre el manejo financiero de Paul Schäfer y sus colaboradores", añadió el abogado.