Régimen de Irán: Envenenamiento de niñas busca reavivar las protestas por la muerte de Mahsa Amini
Más de 1.000 escolares han sido afectadas por un gas tóxico desconocido en sus colegios, en lo que muchos sospechan que ha sido un intento deliberado de forzar el cierre de los establecimientos.
Teherán acusó ser blanco de una "guerra híbrida" con el objetivo de "crear el descontento con la contaminación mental y psicológica".
El deceso de Amini, ocurrida el 16 de septiembre, generó una ola de protestas consideradas como el mayor desafío a la república islámica desde que se instauró en 1979.
El régimen de Irán afirmó este domingo que la oleada de envenenamientos con gas en colegios femeninos es una operación "de contaminación psicológica" que tiene como objetivo revivir las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini.
"Los diseñadores de la guerra híbrida contra Irán han tratado de crear el descontento con la contaminación mental y psicológica", indicó el Ministerio del Interior en un comunicado.
"Tratan de provocar el cierre de los centros de educación y ciencia del país y revivir el fallido proyecto de los disturbios", añadió el documento en una referencia a las protestas que estallaron en septiembre a causa de la muerte de Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo.
Teherán acusó a países occidentales de promover esas manifestaciones con un marcado tono feminista con el objetivo de provocar un cambio de régimen en la República Islámica.
La represión estatal ha logrado apaciguar esas protestas, en las que han muerto casi 500 personas y por las que cuatro manifestantes han sido ahorcados.
La oleada de envenenamientos con un supuesto gas en instituciones educativas femeninas comenzó en noviembre en la ciudad santa del chiísmo de Qom y se han multiplicado en los últimos días.
MÁS DE 1.000 ALUMNAS ENVENENADAS
Hasta ahora más de 1.000 alumnas han sido intoxicadas en docenas de colegios e institutos y han sufrido dolores de cabeza, palpitaciones, nauseas, mareos y en ocasiones la imposibilidad de mover las extremidades tras percibir un olor de naranja podrida y productos de limpieza.
Los últimos casos se produjeron ayer en las ciudades de Kavar, Urmia, Zanjan, Hamedan, Kabudarahang, Karaj, Tabriz, Basmanj, Stardadashi y Teherán, según los casos confirmados por las autoridades.
Grupos de activistas afirmaron que alrededor de medio centenar de centros femeninos sufrió ayer ataques con gas.
El Ministerio del Interior indicó en el comunicado que han hallado "muestras sospechosas" en algunos centros educativos femeninos, que están siendo analizadas en "prestigiosos laboratorios" para identificar la causa de los envenenamientos.
Según los datos de la cartera se han producido ataques con gas en 52 colegios, un número indeterminado de alumnas resultaron intoxicadas y 28 estudiantes han sido hospitalizadas, unas cifras muy lejos de las que proporcionan grupos de activistas.
DESCONTENTO POPULAR
Los ataques están alimentando el descontento popular, en especial entre los padres, ante la ineficacia de las autoridades a la hora de parar unos ataques que parecen destinados a paralizar la educación de las estudiantes.
Videos compartidos por grupos de activistas han mostrado pequeñas protestas y manifestaciones de padres y madres frente a colegios y oficinas educativas gubernamentales para expresar su preocupación por la situación.
"Muerte al Gobierno asesino de niños", gritaban un grupo de padres frente a un colegio en Teherán, en una escena que se ha repetido en otros centros, según vídeos de activistas.
En Irán no se ha puesto en duda la educación femenina en los 43 años de existencia de la República Islámica y algunos padres vinculan los envenenamientos con las protestas.
Las alumnas de colegios e institutos participaron en esas protestas, se quitaron los velos, gritaron "mujer, vida, libertad" e hicieron cortes de manga a retratos del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, y el ayatolá Ruholá Jomeiní.