Suben a seis los militares muertos en un río al intentar huir de manifestantes en Perú
El último uniformado fue encontrado en en una zona profunda del río y aún en posesión de su fusil y su pesado equipamiento.
Cuando los manifestantes de Ilave vieron llegar a los militares, rechazaron su presencia, pero, una vez que observaron que se estaban ahogando en el río, los ayudaron a salir del caudal.
Las movilizaciones antigubernamentales del último fin de semana en la región andina de Puno, en el sur de Perú, derivaron en la quema de locales públicos y se confirmó la muerte por ahogamiento de seis militares, que intentaron cruzar el río Ilave cuando huían de los manifestantes.
Los buzos de la Capitanía de Puertos trabajaron todo el día en la recuperación de los cadáveres de cinco de los fallecidos, puesto que el primero fue recuperado el mismo domingo. El cadáver del último cabo reportado como desaparecido, identificado como Carlos Quispe, de 22 años, fue ubicado en una zona profunda del río y aún en posesión de su fusil y su pesado equipamiento.
"Con la ubicación de los restos del cabo del Ejército Carlos Quispe Montalico concluyeron las labores de búsqueda y rescate iniciadas tras los lamentables hechos ocurridos en el río Ilave", informó el Ministerio de Defensa en su cuenta de Twitter.
"¡Honor y gloria a nuestro valeroso militar y sus cinco compañeros!", expresó el ministerio junto a los nombres de los fallecidos.
Con la ubicación de los restos del cabo @EjercitoPeru Carlos Quispe Montalico concluyeron las labores de búsqueda y rescate iniciadas tras los lamentables hechos ocurridos en el río Ilave. ¡Honor y gloria a nuestro valeroso militar y sus cinco compañeros! 🕊️ pic.twitter.com/Ngs8w7tvze
— Mindef Perú (@MindefPeru) March 7, 2023
El cuerpo del uniformado fue trasladado a la morgue de esta ciudad, donde permanecen los restos de otros cinco militares fallecidos igualmente ahogados en el río cuando pretendían huir de los manifestantes que los superaban ampliamente en número.
Fuentes en la zona confirmaron a EFE que, cuando los pobladores de Ilave vieron el domingo llegar a los militares, rechazaron su presencia en la localidad, pero, una vez que observaron que se estaban ahogando en el río, los ayudaron a salir del caudal.
Relataron que, cuando los soldados llegaron convalecientes a la orilla, fueron atendidos por los propios pobladores, que intentaron proteger sus vidas dándoles agua, ropa seca y hojas de coca, y también llevándolos a hospitales cercanos.
Además, como algunos de los soldados eran de la misma comunidad que los manifestantes, estos fueron recibidos por sus familiares preocupados por su estado de salud.
Horas antes, el Ministerio de Defensa (Mindef) había confirmado las muertes de los cabos Franz Canazas Cahuaya, Alex Quispe Serrano y Elvis Pari Quiso, y de los soldados Elías Lupaca Inquillas y Percy Castillo Pongo.
EL COMANDANTE MILITAR LO CALIFICA DE ASESINATO
El jefe de la Región Militar Sur de Perú, general Jhonny León, calificó las muertes de los uniformados de "asesinato" y pidió a la población de Puno que "sean conscientes" de que los militares también "son hijos suyos".
"¿Cómo los van a asesinar de esa manera?", remarcó a Canal N.
Antes de las declaraciones del jefe militar, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas señaló el domingo que los militares integraban una patrulla que se trasladaba desde la localidad de Ilave hacia Juli, donde manifestantes antigubernamentales quemaron el sábado una comisaría.
León dijo este lunes que, cuando los militares acudían a reforzar la seguridad de cuarteles y otras instalaciones de las fuerzas del orden en Juli, una patrulla decidió cruzar el río para "evitar una confrontación" con pobladores.
El general añadió que, cuando los integrantes de la patrulla llegaron al río, fueron "presionados, apedreados", aunque también indicó que hubo otras personas "que se sensibilizaron" y ayudaron a los heridos o afectados.
"No es que el oficial vaya a ordenar que ingresen al río a ahogarse, eso sáquenselo de la cabeza. Han sido atacados", dijo en respuesta a algunas informaciones difundidas por algunos medios locales.
La región de Puno, en la que se encuentran Juli e Ilave, mantiene los bloqueos de caminos y paros de actividades desde enero pasado en que sus pobladores salieron a las calles a exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y una dura represión provocó la muerte de 18 personas en la vecina ciudad de Juliaca.
El Gobierno de Boluarte ha declarado el estado de emergencia en Puno, donde el control del orden interno está a cargo de las Fuerzas Armadas, con apoyo de la Policía Nacional de Perú (PNP).
El ministro de Defensa, Jorge Chávez, envió este lunes un oficio al presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, Diego Bazán, en el que solicitó presentarse ante ese grupo de trabajo "con el fin de informar sobre los lamentables hechos ocurrido en Puno".