Cámara Baja de EE.UU. propone quitar a China la etiqueta de país en desarrollo
Parlamentarios propusieron un mecanismo para que se cambie el estatus de China a “país de rentas altas o país desarrollado” en cada organización de la que EE.UU. sea miembro.
Asimismo, los legisladores solicitaron al jefe de la diplomacia estadounidense que se asegure de que Pekín no reciba ningún trato a favor por ostentar la etiqueta de “país en desarrollo”.
La Cámara Baja de Estados Unidos aprobó este lunes por unanimidad un proyecto de ley para ordenar al secretario de Estado, Antony Blinken, que busque formas de eliminar la categoría de "país en vías de desarrollo" que China ostenta en los organismos internacionales.
La ley, bautizada como "China no es un país en vías de desarrollo", fue aprobada con el apoyo de 415 congresistas y ningún voto en contra.
Los legisladores proponen que EE.UU. busque un mecanismo para que se cambie el estatus de China a "país de rentas medias altas, país de rentas altas o país desarrollado en cada organización internacional de la que EE.UU. es miembro".
También solicitaron al jefe de la diplomacia estadounidense asegurarse de que Pekín no reciba ningún trato de favor como resultado de ostentar la etiqueta de país en vías de desarrollo.
Organizaciones como la ONU consideran que China se encuentra en vías de desarrollo pese a ser la segunda mayor economía del mundo, recoge el medio The Hill.
La propuesta es el último ejemplo de la retórica cada vez más agresiva de los legisladores estadounidenses hacia China, especialmente tras las elecciones de medio mandato de noviembre, en las que los republicanos se hicieron con el control de la Cámara Baja.
Poco después del comienzo de la nueva legislatura, en enero, la Cámara aprobó la creación de un comité bipartidista para investigar el progreso tecnológico, económico y en materia de seguridad de China, y proponer iniciativas legislativas al respecto, a fin de mejorar la competencia con el gigante asiático.
Además, recientemente, Washington vetó la red social TikTok, propiedad de la empresa china ByteDance, de los dispositivos gubernamentales, una decisión que Pekín tildó de "abuso".