La destrucción de la presa de Kajovka eleva los riesgos nucleares, ecológicos y humanos

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El agua procedente del embalse es necesaria para refrigerar los reactores de la planta nuclear de Zaporiyia y prevenir una fuga radioactiva.

Existe el temor de que autoridades de los ocupantes rusos no sean capaces de organizar una evacuación a tiempo de la población que quedó en la zona.

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Los territorios bajo ocupación rusa en la orilla oriental, más baja, del río Dniéper probablemente sufran más que la orilla derecha, controlada por Ucrania.

La rotura de la presa de Kajovka pone en riesgo a la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, y se convierte en una potencial amenaza ecológica para toda la región, de donde se ha comenzado a evacuar a parte de la población.

"El nivel de agua del embalse de Kajovka está disminuyendo rápidamente, lo que representa una amenaza adicional a la central nuclear temporalmente ocupada", comunicó el operador nuclear ucraniano, Energoatom, tras conocerse la rotura de la presa.

El agua procedente del embalse es necesaria para refrigerar los reactores de la planta y prevenir una fuga radioactiva. El embalse de la propia infraestructura está actualmente lleno y el nivel del agua es de 16,6 metros, suficiente para las necesidades de la central, afirmó la empresa.

Olga Kosharna, experta ucraniana en energía nuclear, declaró a EFE que no hay peligro inmediato para la seguridad de la planta y añadió que el personal ucraniano de la misma podría recurrir a varios mecanismos de apoyo.

Existen bombas con conducciones de varios kilómetros de longitud que se pueden usar para rellenar el depósito de refrigeración con agua del embalse si el nivel desciende de manera peligrosa.

Sin embargo, esto resulta complicado por la continuada ocupación de la planta por las tropas rusas y porque las orillas del río Dniéper han sido minadas, agregó la experta.

RIESGO HUMANO Y PARA LAS PROPIEDADES

Se espera que el agua fluya desde el embalse de Kajovka durante los próximos cuatro días antes de que se estabilice el nivel, informó por su parte Ukrgidrenergo, operadora de la planta hidroeléctrica de Kajovka.

Hay unos 80 asentamientos corriente abajo en peligro de inundación, agregó por su parte el primer ministro ucraniano, Denys Shmygal.

Los territorios bajo ocupación rusa en la orilla oriental, más baja, del río Dniéper probablemente sufran más que la orilla derecha, controlada por Ucrania.

Existe el temor de que las autoridades instaladas por los ocupantes rusos no sean capaces de organizar una evacuación a tiempo de la población que quede en la zona en ciudades como Nueva Kajovka, que ha resultado parcialmente inundada.

Al menos ocho localidades y parte de Jersón también han quedado inundadas, incluido el distrito Ostriv de la ciudad.

"Unas 16.000 personas están en la zona crítica", informó el responsable de la administración regional, Oleksandr Prokudin.

Los responsables locales han comenzado a evacuar a residentes de las áreas en riesgo con nuevos trenes puestos a disposición por los ferrocarriles ucranianos con el fin de sacar a gente de la ciudad.

Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, las autoridades están haciendo todo lo posible por salvar a la gente y proporcionar agua potable.

CONSECUENCIAS MEDIOAMBIENTALES Y AGRÍCOLAS

La destrucción de la planta hidroeléctrica amenaza con provocar un desastre ecológico en el sur del país, alertó el primer ministro Shmygal.

El impacto ecológico, incluida la erosión y contaminación de suelos y agua, son difíciles de estimar todavía pero serán probablemente "grandes" y se podrían sentir "más allá de las fronteras ucranianas", dijo a la televisión ucraniana Mykhailo Yatsiuk, de la Academia Nacional de Ciencias Agrarias.

La destrucción de la presa va a afectar a todo el entorno agrícola, así como a las viviendas, en el sur seco ucraniano, por sus efectos adversos sobre un complejo sistema de regadíos que se basa en el embalse de Kajovka.

Se espera que afecte a las poblaciones de Jersón y Zaporiyia, así como a la ocupada Crimea y a los países que compran grano ucraniano.

"La agricultura es imposible sin los regadíos dadas las condiciones climáticas de esas regiones", subrayó por su parte Tetiana Zavzharova, de la ONG medioambiental "Ecosense".

MÁS DESTRUCCIÓN DE INFRAESTRUCTURA

La destrucción de la presa y sus consecuencias es otro golpe a la infraestructura del país y a su sistema de aprovisionamiento energético en particular.

Además del amplio daño causado al embalse, la destrucción completa de la sala de máquinas de la planta hidroeléctrica de Kajovka fue confirmada por la operadora, Ukrgidrenergo.

Eso debilita aún más el sistema energético del país, que ha perdido más de la mitad de su capacidad de generación por la invasión rusa.

La inundación de las áreas corriente abajo causará probablemente daños en su infraestructura civil. En los canales de Telegram se puede ver cómo las grúas para el grano de 92.000 toneladas de la localidad de Kozatske han quedado parcialmente sumergidas.