Vicepresidente del Consejo: "No creo que terminemos con una Constitución más ideológica que la de 1980"
"Uno debe respetar esa vocación de quienes tienen una adhesión intelectualmente o políticamente más conservadora, pero ojalá eso nunca llegue al autoritarismo", dijo Aldo Valle a Cooperativa.
La definición de Chile como "un Estado social democrático de derecho" es "incompatible" con la subsidiariedad, afirmó.
El vicepresidente del Consejo Constitucional, Aldo Valle (independiente por el Partido Socialista), dijo este martes que, pese a que el órgano está dominado por una mayoría de ultraderecha, no cree que el proyecto de nueva Carta Magna que se plebiscitará el próximo 17 de diciembre vaya ser "más ideológica" que el texto vigente, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y, para muchos, la fuente de las desigualdades del país.
Diseñada bajo la influencia de un grupo de economistas neoliberales y ratificada en un cuestionado referéndum en 1980, la actual Constitución chilena ha sido modificada decenas de veces en democracia, pero aún sigue otorgándole un papel secundario al Estado en la provisión de servicios básicos.
"No creo que, mirado el texto en su conjunto, terminemos con una Constitución más ideológica que la de 1980", afirmó el abogado, doctor en Derecho y exrector de la Universidad de Valparaíso en entrevista con El Diario de Cooperativa.
"Yo creo que la de 1980 marcó un récord Guinness, si hubiese un récord Guinness de constituciones. Sobre todo el texto original -porque después modificándose-, era la Constitución más ideológica que, yo creo, se conoce en el derecho comparado y probablemente la Constitución que declara interdicto al Estado de manera más explícita. No se sabe de otra, entendiendo que son constituciones para sistemas jurídicos evolucionados", agregó Valle.
Sin perjuicio de ello, el vicepresidente del Consejo admitió que "obviamente va a haber materias, normas, que van a tener la tensión entre hacerse más conservadoras o liberales, pluralistas".
"Creo que uno debe respetar esa vocación de quienes tienen una adhesión intelectualmente o políticamente más conservadora, pero ojalá eso nunca llegue al autoritarismo, que finalmente impone la coacción pública, la coacción del derecho público, a quienes piensa distinto, sientesn distinto o tienen otros valores o modos de vivir. Espero que no sea así", reflexionó el académico.
"Va a estar permanentemente esta tensión en algunos aspectos muy sensibles hoy día en la cultura chilena", remarcó.
"EL ESTADO SOCIAL ES INCOMPATIBLE CON EL ESTADO SUBSIDIARIO"
En tal sentido, la definición de Chile como "un Estado social democrático de derecho", una de las bases institucionales contenidas en el borrador de la nueva Carta Fundamental entregado por la Comisión Experta al Consejo Constitucional, es "incompatible" con el Estado subsidiario, advirtió Valle.
"Yo creo que no son compatibles, sobre todo si uno hace sinónimo Estado subsidiario con Estado mínimo. El Estado mínimo es aquel que deja todo al mercado. Yo creo que en Chile avanzamos muchísimo en ese sentido. Yo mismo me opuse en educación activamente a que todo finalmente estuviera determinado por esa relación mercantil y no por esa relación pública, social, solidaria que se requiere en una serie de derechos y de relaciones sociales", apuntó el consejero.
"A mi juicio, si nos alejamos de esa idea del Estado mínimo y de darle al mercado el predominio la hegemonía en todo, claro que hay otros países y hay otras culturas políticas y económicas en que el Estados subsidiario es algo muy distinto de lo que ocurría en Chile, pero evidentemente, si se cree que el Estado subsidiario es para que se mercantilicen derechos sociales, en esa medida yo creo que es incompatible con el Estado social y democrático de Derecho", enfatizó el vicepresidente.