Netanyahu advierte: El ataque en Jenín solo es "un aviso de nuestros próximos pasos"
"Haremos todo lo que podamos, desde tierra o desde el aire, con una inteligencia soberbia, para combatir a los terroristas", prometió el primer ministro israelí.
La incursión militar, que culminó hoy tras 48 horas, dejó 12 muertos, cientos de heridos y miles de desplazados.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió hoy de que el operativo militar en Jenín, que culminó hoy tras 48 horas, "es un aviso" y "no será el único", ya que el país hará todo lo posible para que el campo de refugiados de esa ciudad del norte de Cisjordania deje de ser "un enclave terrorista".
"Es un aviso de nuestros próximos pasos. Es solo un primer paso. No es, de ninguna manera, la última acción que tomaremos. Haremos todo lo que podamos, desde tierra o desde el aire, con una inteligencia soberbia, para combatir a los terroristas", afirmó el mandatario.
El primer ministro visitó la base de la Fuerza Aérea israelí en Palmachim, al sur de Tel Aviv, donde felicitó al escuadrón que participó en esta operación militar a gran escala sobre Jenín, en la que Israel utilizó por primera vez en dos décadas aviones y helicópteros de combate y utilizó drones para ataques selectivos.
"Acabamos de terminar una acción integral contra el enclave terrorista en Jenín, que ya no es refugio seguro para el terrorismo. Operamos de manera muy sistémica en uno de los lugares más concentrados y densamente poblados del planeta. Atacamos a los terroristas y evitamos bajas civiles", aseveró Netanyahu.
- [Lea también] Gobierno de Boric mostró "profunda consternación" por ataque de fuerzas israelíes en Jenín
El campo de Jenín alberga a casi 20.000 personas en poco más de medio kilómetro cuadrado, con una densidad de población de 33,3 personas por metro cuadrado, refugiados que perdieron sus hogares en 1948, cuando se creó el Estado de Israel.
Ese lugar es un histórico bastión del movimiento miliciano palestino, donde en el último año se ha consolidado la Brigada de Jenín -que aglutina a las milicias de todas las facciones, incluidas Hamás o Yihad Islámica- y para Israel es "el mayor foco de terrorismo" de la zona.
La operación se ha saldado con la muerte de 12 palestinos -todos ellos milicianos, incluidos cuatro menores- y de un soldado israelí, además de dejar 120 heridos, la mayoría civiles palestinos.
"Atacamos a los terroristas evitando bajas civiles, mientras que nuestros enemigos cometen un doble crimen de guerra: atacan a civiles y se esconden detrás de civiles", indicó Netanyahu sobre la acusación de israelí de que los milicianos usaron a los civiles palestinos como escudos y se refugiaron en lugares muy próximos a escuelas, mezquitas o instalaciones de la ONU.
El primer ministro se refirió a una "nueva era en la lucha contra el terrorismo", en la que las unidades aéreas prestarán un "apoyo cercano, focalizado y quirúrgico" a las fuerzas terrestres, en el marco de combates en zonas urbanizadas para minimizar el daño a los no civiles.