Hogar de Cristo lanzó campaña y criticó el caso Democracia Viva
"Todo empieza por casa" busca superar el déficit del exitoso -dice la ONG- programa que reemplaza los albergues.
El Hogar de Cristo lanzó la campaña "Todo empieza por casa", para enfrentar el déficit de 90 millones de pesos que acumula a 2023 el programa Vivienda Primero, y que podría llegar a 200 millones en 2024, cuando terminen los respectivos convenios.
"Aunque a todo el mundo le resultara contra intuitivo que fuera más económico para el Estado entregar una casa sin condiciones a personas mayores con larga experiencia de vida en calle, antes que habilitar albergues masivos para que no murieran a la intemperie en invierno, la experiencia en estos años confirma que Vivienda Primero es más barato y -sin duda- mucho más valioso", afirma el director ejecutivo de la ONG, Juan Cristóbal Romero.
Según relata, "desde abril de 2019 hasta julio de 2023, 537 hombres y mujeres han podido dejar la calle y recuperar la dignidad que otorga tener un lugar seguro donde vivir. Desde allí se han podido revincular con su familia; han recuperado hábitos perdidos, como ir a sus controles médicos, comer tres veces al día, volver a trabajar".
"Las proyecciones del costo anual que representa para el Estado un adulto mayor con largo historial de vida en calle son 20 mil dólares anuales per cápita, mientras Vivienda Primero cuesta poco menos de 10 mil al año por persona. Estas cuentas, hechas en 2019, han demostrado ser correctas y tienen el aval de experiencias similares igualmente costo-efectivas en numerosos países, partiendo por Estados Unidos, donde nació Vivienda Primero como Housing First en la década del '90", añadió.
Vivienda Primero apunta a personas de más de 50 años, con más 5 años en situación de calle, a quienes se les "asigna un cupo en una vivienda compartida, segura, accesible y estable para dos personas".
Presupuestos no crecen y la crítica por el caso Democracia Viva
En una carta, Romero apuntó que "pese al aumento significativo de las personas en situación de calle (en mayo la cifra oficial entregada por el Ministerio de Desarrollo Social pasó de 19 mil a 40 mil), los presupuestos destinados a esta realidad no crecen".
Así, agregó, Vivienda Primero tiene en 2023 asignados 28 mil millones de pesos, y "no se recortó, como sí se hizo con Noche Digna, dispositivo de emergencia, pero no se reajustó de acuerdo al alza del costo de la vida, al IPC, que impacta fuertemente en el precio de los arriendos".
El Hogar de Cristo tiene a su cargo 118 del total de usuarios de Vivienda Primero, distribuidos en 60 viviendas, en las regiones Metropolitana, Valparaíso y Los Lagos.
"Cuando sabemos de adjudicaciones estatales millonarias en lapsos mínimos de tiempo a noveles organizaciones que ofrecen programas socioculturales de dudosa utilidad, es cuando más nos duele que una iniciativa social tan exitosa como Vivienda Primero, que efectivamente saca a las personas de la expresión más dura de la pobreza -la situación de calle- no sea respaldada en función de sus logros. Aquí habría que invertir, no congelar las platas", cuestionó.