Camilo Escalona: "Allende murió por una convicción democrática"

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Autor: Cooperativa.cl

El secretario general del PS dijo a Cooperativa que, "con su sacrificio", el líder de la Unidad Popular dio testimonio de que ni un gobernante electo ni una nación pueden "someterse al imperio de la fuerza".

"El gran drama del liderazgo político de la época fue el instalarse una confrontación rígida a la que fue imposible encontrar salida"; lo que Radomiro Tomic calificó -antes del golpe- como "una tragedia griega".

 Memoria Chilena

"Estoy convencido de que el pueblo chileno rechaza absolutamente la barbarie que se produjo... La convicción profunda del trabajador, de la dueña de casa, del servidor público, el empresario, es que lo ocurrido no se puede repetir de ninguna manera", dijo Escalona, que acaba de publicar el libro "Allende murió para vivir".

El secretario general del Partido Socialista, Camilo Escalona, aseguró que el exmandatario Salvador Allende murió por una "convicción democrática" y realizó un llamado a no olvidar los hechos que llevaron al golpe de Estado de 1973.

El exparlamentario conversó con El Diario de Cooperativa sobre su libro "Allende murió para vivir", oportunidad en la que comentó que "el ejercicio de construir la memoria es permanente (...) yo trato de manifestar que Allende murió por una convicción democrática. Él siempre lo había anunciado previamente, lo que pasa es que a veces no se cree que hay dirigentes políticos de ese nivel, de esa estatura que pueden cumplir con su palabra".

"Una vez dijo 'solo con los pies por adelante', otra vez dijo 'solo acribillándome a balazos', lo dijo de distintas maneras, pero solo poniendo término a su vida se podría interrumpir el mandato que el pueblo le había entregado y ese mandato llegaba hasta septiembre del 76", recordó.

Escalona sostuvo que "al precipitarse el golpe de Estado, entendió muy notablemente, con una visión histórica que fue la que lo ha proyectado a la memoria, no solamente en nuestro país, sino que a nivel internacional, que el jefe de Estado, el Presidente, el que había sido electo por el voto popular y ratificado por el Congreso (...) que no podía someterse al imperio de la fuerza y aceptar el quiebre de la institucionalidad democrática".

"Hay una carta de los últimos días de agosto del líder demócratacristiano Radomiro Tomic, es una carta dramática, en que él habla de que esto parece una tragedia griega, en que todos saben lo que va a ocurrir, pero nadie hace nada por evitarlo. Entiendo que es el gran drama del liderazgo político de la época, que al instalarse una rígida confrontación, que condujo a una extrema politización de las alternativas en juego, fue imposible encontrar esa salida", lamentó.

El expresidente del Senado agregó que "la acción de las diferentes fuerzas políticas no logró dimensionar -no había ocurrido un hecho histórico así en Chile- (...) la masacre que se iba a producir en el caso de involucrarse la institución castrense".

"Estoy profundamente convencido que el pueblo chileno rechaza absolutamente la barbarie que se produjo y que no la justifica de ninguna manera (...) la convicción profunda del trabajador, de la dueña de casa, del empleado público, de los empresarios. Yo creo que en Chile hay una profunda convicción de que esos hechos fueron una tragedia nacional completamente injustificable y que no se debe repetir de ninguna manera", insistió.