Colegio de Abogados evocó a los profesionales que enfrentaron a la dictadura en tribunales
"La memoria, constante e imprescindible, es un recuerdo indispensable", dijo la gremial.
A través de una declaración de su consejo general, el Colegio de Abogados hizo un reconocimiento a los juristas que, tras el golpe de Estado de 1973, enfrentaron al poder dictatorial "premunidos solo con la nobleza del derecho".
"En momentos de violencia extrema, vulneración al estado de Derecho y graves violaciones a las garantías fundamentales, numerosos y valerosos abogados y abogadas, premunidos solo con la nobleza del derecho, enfrentaron a quienes detentaban el poder e incluso las armas, poniendo en riesgo sus propias vidas, recurriendo para ello a los tribunales de justicia tanto en Chile como en el extranjero", remarcó la gremial.
Para el colegio de la orden, "estos profesionales, en lugar de abdicar frente a la fuerza, entendieron que la vigencia de la Constitución y principios esenciales como el debido proceso, debían prevalecer ante cualquier atropello. Manifestamos nuestro reconocimiento y homenaje a esos colegas".
Según el colegio, "la memoria, constante e imprescindible, es un recuerdo indispensable que permite construir una sociedad más tolerante, sin discriminación, una sociedad más plural y humana, plenamente respetuosa de las normas que cimientan el estado de Derecho. Asimismo, revisar la historia nos permite hacer una labor de introspección y autocrítica respecto del rol desempeñado por el Colegio de Abogados en aquel periodo".
"Como parte de ese proceso, estos últimos años, el Colegio de Abogados ha intentado contribuir en la reparación de la vulneración de los derechos fundamentales que vivieron las víctimas y sus familias. Ejemplo de ello, es que el año 2022 se instaló una placa conmemorativa en la biblioteca del colegio, en memoria de abogados colegiados detenidos desaparecidos y ejecutados políticos".
Para el consejo general, "hoy más que nunca, el Colegio de Abogados de Chile reafirma su convicción y compromiso con los derechos humanos y el estado de Derecho. Debemos erigirnos como eternos vigilantes, siendo nuestra vital tarea mantener con firmeza la verdad y los principios de todo estado de Derecho, alejados de la violencia y la resolución de propia mano de los conflictos".