"Los países no se polarizan completamente", afirma Arturo Valenzuela
"Había sectores radicalizados en ambos lados, (pero) no representaban una mayoría de la población", dijo el politólogo.
"Soy de las personas que comparte plena y absolutamente que fue una catástrofe para Chile, el pasar al gobierno más largo en toda su historia y que haya sido un gobierno tan brutal y efectivamente donde se cometieron una cantidad de violaciones increíbles sobre los derechos humanos", comenta Arturo Valenzuela, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Columbia, sobre el golpe de Estado de 1973.
En diálogo con Cooperativa, a 50 años del inicio de la dictadura, el fundador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown enfatiza que "el tema fundamental fue la creciente polarización en Chile entre sectores de derecha y de izquierda".
Para el académico, "esto es algo bien importante y que ocurre en muchos países del mundo: no es cierto que los países se polarizan completamente, o sea, no estamos hablando, en la mayoría de los países, de una derecha que representa 49% y una izquierda que representa otro 49%, todo lo contrario, los extremos son relativamente bajos".
"En ese sentido, son los sectores más bien de centro los que los que van a marcar si efectivamente va a tener éxito la democracia y por eso mismo insisto en que las reglas del juego del sistema democrático, son absolutamente importantes en esto y por eso lo que se está discutiendo en Chile en este momento, o sea, la reforma de la Constitución es clave para el futuro", remarca.
Quien fuera asesor para asuntos de seguridad nacional del presidente Bill Clinton y subsecretario para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado en el primer gobierno del presidente Barack Obama agrega además que "en ese momento (gobierno de la UP) no es cierto que el país haya estado en una situación económica bastante desastrosa. De hecho, el gobierno de Frei Montalva fue un gobierno que en temas económicos y otros se desempeñó bastante bien".
"Así que en el fondo el tema fundamental fue la creciente polarización en Chile entre sectores de derecha y de izquierda. Chile es un país con una reputación, bastante merecida, de haber establecido un sistema democrático mucho más estable, a la larga, que en otros países en América Latina, pero que de todas maneras se encuentra con una situación de polarización bastante difícil y que lleva a una situación donde efectivamente las dos candidaturas que quedaron, fueron dos candidaturas que no representaban una mayoría de la población, de hecho Allende gana con 36,3%, le sigue Alessandri con 34,9%, una diferencia de solamente de 39.000 votos en todo el país; y obviamente que Tomic, el tercero tenía 27,8%. Si tú sumas el voto de Allende con el de Tomic, obviamente que da más, mucho más que 64%. Lo mismo habría sido si Tomic efectivamente hubiese apoyado a Alessandri. Lo que pasa en Chile entonces, es que efectivamente es el centro el que apoya la candidatura de Allende y con eso la gran pregunta es ¿qué pasa con ese centro?", se preguntó el autor de "Quiebre de la democracia en Chile".
Efectivamente "habían sectores radicalizados en ambos lados, (pero) no representaban, como insisto, una mayoría de la población; pero sin embargo estaban empecinados efectivamente en tratar de lograr sus objetivos y en ese sentido hubo una situación difícil"