Chomalí: Aborto por violación es una solución que elimina a un ser humano inocente

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Autor: Cooperativa.cl

El arzobispo de Concepción respaldó en Cooperativa la enmienda impulsada por la derecha que aprobó el Consejo Constitucional, que protege "la vida de quien está por nacer".

"La experiencia dice que las mujeres que son cuidadas familiar, social, psicológica y económicamente suelen salir adelante con sus embarazos", dijo en Cooperativa.

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El sacerdote, experto en teología moral, también apoyó la objeción de conciencia institucional: "Es muy razonable que si la sociedad civil colabora con el Estado, no se le puede obligar a hacer algo que vaya en contra" de sus ideales, "eso seria en el fondo una dictadura".

El arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, respaldó en Cooperativa que se avance en una eventual derogación de la ley de aborto en tres causales, vigente desde hace seis años, que consideró es una "solución que elimina a un ser humano inocente" en medio de un "drama espantoso" como es el caso de un embarazo producto de una violación.

El sacerdote hizo ver que está de acuerdo con la enmienda aprobada en la víspera por el Consejo Constitucional, impulsada por la derecha, en el que se explicita que la "ley protege la vida de quien está por nacer". Voces de izquierda advierten que podría representar un retroceso en la interrupción voluntaria del embarazo, intención que desde Republicanos ratificaron.

A juicio del religioso, "la Constitución, más allá de izquierda o derecha, tiene que preguntarse cómo el Estado se va a hacer cargo de los más débiles".

En ese sentido, opinó en El Diario de Cooperativa que "es muy importante tener en cuenta, más allá de las consideraciones de la embriología, la biología y la genética, que otorgan aportes extraordinarios para reconocer que estamos en presencia de un ser de la especie humana, es que todos nosotros fuimos eso que hoy se discute en la Constitución".

"El embrión humano, que fuimos cada uno de nosotros, es una persona, no una cosa. Cuando hablamos de una persona, decimos 'quien', es un ser humano", aseguró.

Según el balance del Ministerio de Salud, a seis años de implementado el aborto en tres causales, 3.609 mujeres se han acogido a la ley: 822 lo hicieron debido a que el embarazo fue producto de una violación, y de ellas, 272 corresponden a menores de edad (90 niñas de 13 años).

Para la autoridad católica, "sería muy deseable" que la norma visada para la propuesta de nueva Constitución permitiera avanzar en derogar la referida legislación, no obstante que dijo reconocer que "hay situaciones de embarazo muy complejas".

De hecho, sobre los casos de niñas que han debido abortar tras ser violadas, expresó que "es un drama espantoso, yo quisiera que a nadie le aconteciera una cosa así, pero también tenemos que reconocer -criticó en su interpretación- que ese drama se solucione eliminando a un ser humano inocente".

De acuerdo con Chomalí, "la experiencia dice que las personas que son cuidadas familiar, social, psicológica y económicamente suelen salir adelante con sus embarazos".

Reiteró su planteamiento respecto a la causal de riesgo de vida de la madre.

"Un médico tiene la obligación de salvar las dos vidas. Si se muere una o las dos, no es una acción occisiva, es sencillamente porque la naturaleza llegó a eso, y puede pasar. El médico tiene que tratar de salvar las dos vidas, y si muere una, forma parte de la naturaleza, pero la praxis médica fue buena. Lo otro es tratar de solucionar un problema eliminando a otra persona", dijo.

TAMBIÉN APOYA LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA INSTITUCIONAL

El líder de la Iglesia católica de Concepción también respaldó la "objeción de conciencia individual e institucional", otra norma aprobada en el Consejo dentro del capítulo sobre derechos y libertades fundamentales y deberes constitucionales, con apoyo de la derecha.

"Es una medida muy respetuosa de la razón por la cual se crean las instituciones. De hecho, una institución se crea, y El estado la valora y la apoya por su proyecto educativo, médico, etcétera. Me parece de toda lógica", opinó.

"Me parece muy razonable que si la sociedad civil colabora con el Estado, de hecho lo hacen colegios, universidades y clínicas privadas, no se le puede obligar a hacer algo que vaya en contra de su conciencia. Eso seria en el fondo una dictadura", sentenció el experto en teología moral.