"Golpe de Estado no tradicional", reiteró Piñera, ahora en España
"Fracasó, pero el objetivo era derrocar al Presidente y la democracia estuvo en grave riesgo", afirmó, a pocas semanas de un nuevo aniversario del 18-O.
También criticó al Gobierno de Boric y afirmó -como hizo reiteradamente durante Bachelet II- que Chile va por "mal camino, (con) malas ideas, mala gestión y malos resultados".
El exmandatario dijo esperar que el país logre "una Constitución que sea respetada y reconocida por todos y se transforme en un gran marco de unidad".
El expresidente Sebastián Piñera reiteró en la tesis que sufrió un "golpe de Estado no tradicional" en la ola de manifestaciones que se desató en octubre del 2019, y criticó que la izquierda "no tuvo una posición de clara condena a la violencia" y que, por el contrario, "la toleró, la apoyó, la justificó".
El exmandatario dio esta declaración en Radio Mitre de Argentina la semana pasada, mientras participaba en el segundo encuentro del grupo Libertad de Democracia, cuando aseguró que sufrió "un golpe de Estado no tradicional, porque no fueron las Fuerzas Armadas" que, a su juicio, tenía como objetivo "debilitar las bases mismas de la democracia" y que, además, se usó "brutalmente la violencia irracional".
Piñera reiteró sus dichos, esta vez en España, donde participa como expositor en el "Foro La Toja". En entrevista con el diario ABC, el exjefe de Estado acusó que durante el estallido social "la izquierda no tuvo una posición de clara condena a la violencia. Muy por el contrario, fue ambigua, la toleró, la apoyó, la justificó e incluso buscó formas de derrocar a un presidente que había sido elegido democráticamente".
"Por eso yo hablé de un intento de golpe de Estado no tradicional, porque no tenía nada que ver con los golpes habituales en América Latina. Fracasó, pero el objetivo era derrocar al presidente y debilitar las bases de la democracia", aseguró.
Asimismo, recordó que al día siguiente del 18 de octubre, "el líder del Partido Comunista (Guillermo Teillier) pedía la renuncia del Presidente de la República. El Congreso rindió homenaje a la llamada 'primera línea', que eran los activistas que quemaban los bienes públicos y privados, y se presentaron acusaciones constitucionales contra el presidente. A eso me refiero".
En esta línea, puntualizó que "en algunos momentos, la democracia estuvo en grave riesgo". Mientras que sobre la fase de que el país "estaba en guerra contra un enemigo poderoso", el exmandatario rechazó las críticas de parte de un sector, las cuales cuestionaban que Piñera, supuestamente, había "entregado" la Constitución para resistir en el poder.
Por otro lado, Piñera se refirió al proceso constituyente y dijo esperar "que logremos tener una Constitución que sea respetada y reconocida por todos y que se transforme en ese gran marco de unidad, estabilidad y futuro, porque una casa dividida no puede prevalecer. Cuando los países destinan sus mejores esfuerzos a una guerra fratricida entre sus hijos no tienen destino. Por eso espero y confío en que ese proceso constitucional nos lleve a buen puerto".
Finalmente, criticó la conducción del Presidente Gabriel Boric y afirmó que Chile va por "mal camino, malas ideas, mala gestión, malos resultados. Porque no estamos haciendo frente a los grandes problemas que tiene el país. Estos son, por una parte, la falta de sentido de una misión compartida, y eso es una tarea muy importante que un Presidente siempre debe tratar de liderar y orientar".