La luchadora por derechos de la mujer iraní que obtuvo el Nobel de la Paz
La periodista y activista Narges Mohammadi recibió el galardón mientras cumple condena por la "difusión de propaganda contra el Estado".
Desde hace 30 años, ha luchado mediante diversas plataformas por abolir pilares islámicos como la pena de muerte, el aborto o el velo obligatorio.
Desde prisión, la activista ha escrito artículos, fomentado la desobediencia civil y dado su apoyo a las protestas desatadas en Irán desde 2022.
La periodista Narges Mohammadi lucha desde hace tres décadas por los derechos de la mujer en Irán, una indómita labor que le ha costado años en prisiones, pero le ganó, mientras está encarcelada, el Premio Nobel de la Paz este viernes.
Una de las más importantes activistas por los derechos humanos en el Irán de los ayatolás, Mohammadi recibe el prestigioso galardón en la prisión Evin, donde cumple una condena de 10 años por la "difusión de propaganda contra el Estado".
Mohammadi, de 51 años, ha vivido las últimas décadas entrando y saliendo de prisiones iraníes por su constante lucha contra algunos de los pilares de la República Islámica, como son la pena de muerte, el aborto o el obligatorio velo.
Sin embargo, las encarcelaciones no le han impedido sin embargo continuar su lucha tras los barrotes, desde donde ha escrito artículos, fomentado la desobediencia civil y dado su apoyo a las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini en 2022, quien fuera detenida por la llamada policía de la moral.
SU TRAYECTORIA EN EL ACTIVISMO
La activista nació en la norteña ciudad de Zanjan en 1972, en el seno de una familia de clase media, hija de un cocinero y agricultor. Estudió Física y trabajó como ingeniera, pero enfocó su carrera al periodismo y pronto comenzó a colaborar con grupos de la sociedad civil para trabajar por los derechos de las mujeres y las minorías.
Esas inquietudes políticas la llevaron a unirse al Centro de Defensores de los Derechos Humanos, grupo fundado por la abogada iraní Shirin Ebadi (Nobel de la Paz en 2003), y centrado en la abolición de la pena de muerte.
Su activismo le ha costado 13 detenciones y cinco condenas por un total de 31 años de prisión y 154 latigazos. En estos momentos, la Judicatura iraní tiene abiertos tres procesos más contra ella.
Su marido, Taghi Rahmani, ha pasado 14 años entre rejas, también por su activismo, y vive exiliado en París, con sus hijos gemelos, que no ven a su madre desde hace años.
Su valentía ha valido a Mohammadi numerosos reconocimientos, como el Premio al Coraje de Reporteros Sin Fronteras de 2022 o el premio de la Unesco Guillermo Cano a la Libertad de Prensa, también el año pasado.
"Narges Mohammadi ha sido una indómita voz contra la represión del gobierno iraní a pesar de ser uno de sus más perseguidos objetivos", destacó Kenneth Roth, director de Human Rights Watch entre 1993 y 2022.
El Premio Nobel, con sede en Oslo, recompensa a Mohammadi "por su lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y su lucha para promover los derechos humanos y la libertad para todos".
La Academia reconoce así también a miles de personas que salieron a las calles iraníes tras la muerte de Mahsa Amini, quienes pidieron fuertemente el fin de la República Islámica hasta que la represión estatal apagó las protestas, causando 500 muertos, miles de detenidos y siete ejecuciones.