Los 10 años de la Franja y la Ruta: La importante alianza público-privada

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Las empresas privadas representaron el 58,6 por ciento del comercio de China con los socios de la Franja y la Ruta en los primeros tres meses de este año.

 Xinhua

Cientos de vehículos de nueva energía están listos para la exportación en una terminal del puerto de Taicang, en la provincia oriental china de Jiangsu.

  • Este es un artículo de la Revista China Hoy, que puedes leer completo en este enlace gracias al acuerdo con Efecto China.

Planteada por el presidente chino, Xi Jinping, por primera vez en 2013, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) llega a sus primeros diez años con numerosos frutos en su haber, además de haberse consolidado como el bien público de calidad más importante lanzado por China, pero que hoy es acogido y compartido por el mundo.

Desde el Ferrocarril Expreso China-Europa (la llamada "caravana de camellos de hierro y acero"), pasando por el Nuevo Corredor Comercial Internacional Tierra-Mar o el ferrocarril China-Laos, hasta llegar al megapuerto de Chancay en Perú, la IFR muestra un sano desarrollo que le ha permitido ir más allá de los proyectos en infraestructura, y convertirse en una propuesta integral que engloba ya sectores como el desarrollo sostenible, la ciencia y tecnología, la economía digital, la protección ecológica, la cultura, el turismo, el arte, entre otros.

A días de celebrarse en Beijing el tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, China y los socios de la IFR se preparan para discutir cuáles son esos nuevos objetivos que marcarán la segunda década de una iniciativa que, como aquella antigua Ruta de la Seda de hace más de 2000 años, sigue acercando al mundo.

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Un buque cargado de vehículos que serán exportados a Chile está en el puerto de Lianyungang, provincia de Jiangsu. (Foto: Cnsphoto)

LA IMPORTANTE ALIANZA PÚBLICO-PRIVADA

Tras graduarse de la Universidad de Finanzas y Economía de Yunnan en 2022, Chansouk Souanmixay, nacido en Laos, aprovechó la oportunidad para seguir conectado con China a través de una práctica profesional como traductor en la sucursal laosiana de la Corporación de Ingeniería Ferroviaria de China N.o2 (CREC-2, por sus siglas en inglés). Debido a su experiencia en China y su dominio fluido del mandarín, fue admitido en el programa de pasantías y, tras ello, comenzó a trabajar para la empresa a tiempo completo.

Al igual que otras empresas de ingeniería del grupo estatal China Railway Group Limited, CREC-2 ha participado en la construcción del ferrocarril de 1035 kilómetros que une a China con Laos. El proyecto emblemático de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), que comenzó a operar en diciembre de 2021, ha ayudado a que Laos, un país sin litoral, se convierta en un centro conectado con el sudeste asiático por tierra.

Según datos de China Railway Group Limited, hasta el 3 de agosto el ferrocarril China-Laos había transportado 19 millones de pasajeros y 23 millones de toneladas de mercancías.

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Personal del tren internacional D887, que conecta China con Laos, da la bienvenida a los pasajeros en la Estación de Vientián. (Foto: China Hoy)

"Viajar en Laos solía ser difícil, ya que antes no había ferrocarril, pero ahora podemos viajar cómodamente gracias a este tren", manifiesta Souanmixay al semanario Beijing Review. El ferrocarril ha reducido el tiempo de viaje de ocho horas a menos de dos desde Vientián, la capital de Laos, a Luang Prabang, una famosa ciudad antigua en el norte del país.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China destacó en mayo que aproximadamente 3.500 personas habían sido contratadas y 100.000 puestos de trabajo en los sectores de logística, turismo y comercio habían sido creados gracias al ferrocarril China-Laos.

Muchas empresas chinas han participado en inversiones, comercio y cooperación empresarial a lo largo de la Franja y la Ruta durante la última década. Los sectores público y privado se han convertido en aliados importantes de cara a la expansión de esta iniciativa, expresa Peter Koenig, investigador principal visitante del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China.

"Además de tener vínculos con empresas en otros países participantes de la IFR, muchas firmas chinas también están ampliando las relaciones comerciales entre China y esos países, lo que contribuye significativamente al crecimiento económico de ambas partes", señala Koenig.

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En Honduras se instalaron tres centrales hidroeléctricas en el departamento de Olancho, construidas por una empresa china. (Foto: China Hoy)

AUMENTO DE LA PARTICIPACIÓN

Durante la última década, China ha firmado nuevos contratos para proyectos de ingeniería por un valor de aproximadamente 1,2 billones de dólares con otros países que se han adherido a la IFR. Según el Ministerio de Comercio de China, el comercio con estos países ha crecido desde aproximadamente 1 billón de dólares en 2013 hasta más de 2 billones de dólares el año pasado.

Un número creciente de empresas estatales chinas está participando en proyectos de gran envergadura en los sectores de transporte, energía y telecomunicaciones en otros países de la IFR.

El ferrocarril China-Laos es el resultado de los esfuerzos conjuntos de muchas empresas estatales chinas, como puede verse en la construcción de la vía ferroviaria, la fabricación de trenes y el suministro de electricidad a lo largo de la línea.

El Túnel de la Amistad, de 9,59 km de longitud, se encuentra en la frontera entre ambos países. Yang Longwei, responsable de tecnología de CREC-2, recuerda que las obras en el túnel duraron cinco años, de 2016 a 2021. El equipo de construcción tuvo que superar varios desafíos debido a la complejidad del terreno; la roca contenía hasta un 80 por ciento de sal, lo que la hacía excepcionalmente susceptible a la erosión por el agua. Esto constituía un reto al cual el equipo nunca se había enfrentado.

A través de esta roca salina se excavó un túnel de aproximadamente 1,7 kilómetros. A lo largo de más de un año de investigación y desarrollo, el equipo puso en ejecución nuevos materiales concretos para prevenir la erosión, y las obras en dicho tramo del túnel duraron casi tres años. "También tratamos sales de roca desechadas para evitar que el suelo se volviera salino y proteger el medio ambiente del lugar", explica Yang.

Las empresas privadas chinas también han participado activamente en la cooperación en el marco de la IFR. Sobre la base de más de 20.000 proyectos lanzados entre 2005 y 2022, un informe publicado por la Universidad de Nankai en julio reveló que más de la mitad de las inversiones de China en otros países participantes de la IFR durante dicho período habían sido realizadas por empresas privadas.

Según la Administración General de Aduanas de China, las empresas privadas representaron el 58,6 por ciento del comercio de China con los socios de la Franja y la Ruta en los primeros tres meses de este año.

RED DE CONSTRUCCIÓN

El ferrocarril China-Laos forma una de las principales rutas del Nuevo Corredor Comercial Internacional Tierra-Mar. Lanzado en 2017, el corredor es un pasaje comercial y logístico que conecta las regiones occidentales de China y los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.

El 8 de junio, el primer tren de carga de cadena de frío China-Laos-Tailandia del Nuevo Corredor Comercial Internacional Tierra-Mar comenzó su viaje en Laos. Con aproximadamente 150.000 durianes de Tailandia, importados por la empresa Hongjiu Fruit, el tren llegó a la ciudad china de Chongqing después de cuatro días. Antes del lanzamiento del corredor, la fruta tailandesa era enviada primero a ciudades del este de China y luego a destinos en el interior o el oeste del país.

"El Nuevo Corredor ha reducido el tiempo y el costo del transporte de las frutas desde el sudeste asiático en más de un 50 por ciento", resalta Deng Haoji, director de operaciones de Hongjiu Fruit.

"Al facilitar el flujo de bienes, fondos, tecnologías y personal, la IFR ha mejorado la conectividad de China con el mercado global y ha impulsado la apertura y el desarrollo de las regiones del país", considera Qi Xin, director del Instituto de Cooperación Económica y Comercial de la Franja y la Ruta, adscrito a la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica.

Asimismo, la mejora de la conectividad ha impulsado el comercio electrónico transfronterizo entre los países que forman parte de la IFR. En julio de este año, China había firmado memorandos de entendimiento sobre cooperación en comercio electrónico en el marco de la IFR con 29 países.

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Central de energía eólica de 50 megavatios en la región de Kostanay, en Kazajistán, financiado conjuntamente por China y Kazajistán. (Foto: Xinhua)


EN EL MERCADO GLOBAL

La IFR, asimismo, está ayudando a un número creciente de empresas chinas a abrirse camino en el mercado global.

Durante la última década, la empresa estatal Cosco Shipping ha invertido más de 600 millones de euros (659 millones de dólares) en el puerto de El Pireo, en Grecia. Cosco comenzó a operar dos de las terminales de contenedores del puerto en 2010, cuando el país europeo estaba atrapado en una grave crisis de deuda. En 2016, Cosco adquirió una participación mayoritaria en el puerto y asumió formalmente su gestión y operación. La clasificación mundial del puerto subió del puesto 93 en 2010 al 29 en 2021. Wan Min, presidente de Cosco, indicó en julio pasado que la compañía había invertido en la construcción de 57 puertos en otros países participantes de la IFR.

Además, grandes empresas tecnológicas chinas como Huawei y ZTE han estado exportando productos y tecnologías a otros países participantes de la IFR. En febrero de este año, Huawei Türkiye firmó un contrato con empresas locales para desarrollar sistemas de almacenamiento de energía.

En la medida en que se ha ido prestando mayor atención a la cooperación ecológica en la Franja y la Ruta, las industrias bajas en carbono que ya estaban en auge en China ahora también se están expandiendo hacia el extranjero.

Xinjiang Goldwind Sci & Tech, una empresa líder en la producción de turbinas eólicas que se encuentra en la región autónoma uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, ha proporcionado turbinas eólicas para tres programas energéticos en Asia Central.

"Las tecnologías verdes de Xinjiang se pueden aplicar en países de Asia Central, los cuales tienen condiciones naturales similares, mientras que su cercanía geográfica permite un transporte eficiente y de bajo costo", apunta Sun Lianhua, un alto ejecutivo de Goldwind.

La empresa también ha construido 109 aerogeneradores en Argentina. Las turbinas proporcionan 1600 millones de kilovatios-hora de energía limpia cada año y los proyectos de energía eólica de la compañía en Argentina han generado 1500 puestos de trabajo para la población local, enfatiza Sun.

Las exportaciones chinas de vehículos eléctricos, baterías de iones de litio y células solares han sido aspectos destacados de su comercio exterior en los últimos años. Seres, la marca de vehículos eléctricos ubicada en Chongqing, exporta a los mercados extranjeros desde 2005 y en la actualidad sus automóviles se venden en muchos países participantes de la IFR, como Indonesia y Egipto. La compañía exportó 55.000 vehículos en 2022, lo cual equivalió a un aumento interanual del 37 por ciento.

"Los servicios logísticos funcionan relativamente bien en los países del norte de África y los aranceles que deben pagar los vehículos eléctricos son bajos, por lo que decidimos establecer un centro de ventas y servicios allí, el cual cubre los mercados europeo y africano", subraya Zhang Xingyan, jefe de la división de negocios internacionales de la compañía.

UN ESCENARIO MÁS GRANDE

Pese al llamado de nuevos mercados, las empresas chinas aún enfrentan desafíos para globalizarse. "Nuestras opciones de financiación son limitadas y todavía nos falta experiencia en operaciones a nivel local", afirma Zhang.

"El Gobierno necesita mejorar las políticas y regulaciones relativas a la participación de las empresas en la IFR e instar a las instituciones financieras a satisfacer las demandas de las empresas. Las empresas también deben mejorar su capacidad para hacer frente a riesgos potenciales", recomienda Qi Xin. Según cree, la cooperación entre China y otros países que forman parte de la IFR en el campo de la economía digital y las industrias bajas en carbono se irá intensificando cada vez más, por lo que también hace un llamado a acelerar las negociaciones en pos de más acuerdos de libre comercio.

"La expansión de las oportunidades comerciales y de negocios ya está en el espíritu de la IFR. Las empresas chinas podrían dar el primer paso, buscando oportunidades mutuamente beneficiosas para conectar potenciales países que se quieran unir a la IFR con China", manifiesta Koenig.

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