Más de 150 detenidos en operación de una red de pederastia en Polonia
Una extensa investigación concluyó con el hallazgo de más de medio millón de archivos informáticos sobre explotación sexual de menores.
La policía sospecha que la organización se aprovechaba de sus vínculos familiares con los padres de las víctimas para obtener el contenido ilegal.
Dos millares de polacos son condenadas anualmente por pederastia.
Un total de 157 personas han sido detenidas en una amplia operación llevada a cabo en Polonia contra una red que distribuía material de explotación sexual de menores, informaron este viernes las autoridades polacas.
Tras una prolongada investigación iniciada por la división de delitos informáticos de la Policía polaca, en los últimos días se completó la operación "Carlos", que llevó a las detenciones y a la incautación de más de medio millón de archivos informáticos con material pederasta.
Según informó un comunicado de la Policía, más de 400 agentes participaron en el registro de 275 domicilios y, además de incautarse de más de 1.200 dispositivos electrónicos, como ordenadores, teléfonos móviles o discos duros, detuvieron a los acusados, entre ellos seis mujeres.
Solo uno de los detenidos estaba registrado como delincuente sexual con anterioridad a esta operación, un fotógrafo que se había visto involucrado en tres casos de abusos, dos de ellos a menores de edad.
Las autoridades creen que la red se aprovechaba de sus vínculos familiares con los padres de las víctimas y con ellas mismas para obtener el material que luego compartían y que incluía fotos y videos de niños de 3 a 7 años de edad.
Cada año, más de 2.000 personas son condenadas en Polonia por delitos sexuales contra menores.
Recientemente, se elaboró un registro de acceso público que recoge los datos personales, delitos y fotografías de todos los condenados por abusos a menores, aunque en el caso de los clérigos culpables de estos delitos esa información solo es accesible para los responsables de centros educativos.
En Polonia solo existen dos centros estatales para el tratamiento y rehabilitación de pederastas, por lo que las personas a las que se les ordena someterse a un tratamiento de este tipo deben, en muchos casos, costearse ellos mismos el tratamiento en un centro privado.