Ataques de paramilitares en Sudán matan a 200 personas en cuatro días
Arabia Saudita, EEUU y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) reafirmaron su compromiso para mediar en el conflicto.
Los Comités de Emergencia de Darfur Oeste señalaron que según sus estimaciones "el número de muertos supera los 300".
Desde el inicio de este año, la violencia en la zona de Darfur ha recrudecido notablemente
Después de que el Ejército se retirara de la zona próxima a El Geneina, capital del estado sudanés de Darfur Oeste, los avances y la escalada de violencia provocados por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) han provocado la muerte de al menos 200 personas.
Adam Haroum, secretario general de la Media Luna Roja sudanesa, señaló que las "FAR cometieron una masacre en la localidad de Erdamta, cerca de El Geneina, tras la retirada del Ejército".
Sin embargo, la cifra de muertos en los ataques podría ser mucho mayor. Según los Comités de Emergencia de Darfur Oeste, que integran sindicatos de médicos y profesionales sanitarios de la zona "el número de muertos supera los 300".
De acuerdo a Haroum, quien logró huir a Chad, "las FAR tendieron emboscadas a quienes huían a Chad y mataron a un gran número de ellos (...) Irrumpieron en todas las casas de Erdamta, separaron a mujeres y hombres y mataron a la mayoría de ellos, especialmente a los jóvenes".
En los ataques, ocho miembros de la familia del responsable de la Media Luna Roja sudanesa fueron asesinados, mientras que otros 20 se encuentran desaparecidos.
El coordinador adjunto de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios en Sudán, Toby Harrod, calificó de "horroroso" lo que ocurre en la ciudad de Erdamta, explicando que "los informes incluyen asesinatos, violaciones graves y masacres contra civiles tras el control de las FAR en la zona".
Casi en paralelo a que se emitieran las declaraciones de las fuentes humanitarias, Arabia Saudí, EEUU y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) -encargados de mediar en el conflicto sudanés-, anunciaron su compromiso con el Ejército y las fuerzas paramilitares para facilitar la ayuda humanitaria y lograr un alto al fuego.