La encrucijada que enfrenta el presidente de Portugal tras el escándalo de corrupción
Marcelo Rebelo de Sousa inició consultas para decidir si convoca elecciones anticipadas tras la dimisión del primer ministro, António Costa.
Por lo pronto, la mayoría de las fuerzas políticas son partidarias de disolver el Parlamento e ir a las urnas.
Después de una ronda de reuniones exprés, está previsto que el mandatario se dirija a la nación mañana jueves.
Todos los ojos en Portugal están puestos en la figura del presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, que este miércoles inició consultas con los partidos para decidir si convoca elecciones anticipadas o no, tras la dimisión del primer ministro, el socialista António Costa, investigado por presunta corrupción.
Durante esta jornada, Rebelo de Sousa se reunirá con los dirigentes de los partidos con representación parlamentaria, antes de encontrarse el jueves con el Consejo de Estado y dirigirse después a la nación.
Por lo pronto, la mayoría de las formaciones políticas, especialmente a la derecha del hemiciclo, son partidarias de disolver el Parlamento e ir a las urnas, aunque no todos lo tienen tan claro, como los comunistas o los animalistas.
El partido de Costa no se ha posicionado a favor o en contra de los comicios y afirma estar preparado para cualquier escenario.
Con la Constitución en la mano y tras aceptar el martes la dimisión del primer ministro, Rebelo de Sousa puede disolver la Asamblea de la República (Parlamento), no sin antes consultar con el Consejo de Estado para convocar elecciones adelantadas.
Dicho consejo es un órgano consultivo de la Presidencia que, entre otros asuntos, puede pronunciarse sobre la decisión de disolver o no el Parlamento, aunque nunca de forma vinculante.
LA "PREDICCIÓN" DEL MANDATARIO
Sin saber lo que se le avecinaría en el futuro, el mandatario luso dio pistas de cuál podría ser su decisión actual el 30 de marzo de 2022 en la toma de posesión del gobierno de Costa, cuando afirmó que una salida del socialista a mitad del mandato podría llevar una disolución de la Asamblea de la República.
En ese sentido, Rebelo de Sousa indicó en aquel entonces, tras la contundente mayoría absoluta obtenida por Costa en los comicios, que no sería "políticamente fácil" sustituir en mitad de un mandato "ese rostro, esa cara que ha vencido de forma incontestable y notable en las elecciones".
Si se observa el calendario, con las vacaciones de Navidad y Año Nuevo en la mitad, el país se aboca a una parálisis de meses si el presidente opta por adelantar la votación: Los Presupuestos del Estado para 2024 están todavía sin aprobar y Costa ha dicho que no va a volver a presentarse como candidato, con lo que el Partido Socialista va a necesitar tiempo para encontrar un reemplazo.
De acuerdo a la prensa lusa, suenan como posibles sucesores de Costa en el partido Socialista el actual gobernador del Banco de Portugal, Mário Centeno, o el presidente del Parlamento y exministro de Exteriores, Augusto Santos Silva.
Entre tanto, y según la Carta Magna portuguesa, ante la ausencia de jefe del Gobierno, el presidente puede designar un ministro para sustituirlo.
Es por eso que este miércoles en sus reuniones con los partidos, Rebelo de Sousa podría solicitar a los socialistas formar un nuevo Ejecutivo con un nuevo primer ministro interino hasta la celebración de elecciones, que podría ser encabezado por el titular de Finanzas, Fernando Medina, o Mariana Vieira da Silva, ministra de Presidencia.
Existe una tercera alternativa, aunque es la menos probable, que algunos medios portugueses barajan: la formación de un gobierno de iniciativa presidencial, una situación que ya se dio en el país en tres ocasiones entre 1978 y 1980 sin mucho éxito, bajo la Presidencia de Ramalho Eanes.