Abuelastro abusó de niña durante 12 años y pasará 13 en la cárcel

Un hombre de 55 años de edad e iniciales J.A.C.R. fue condenado a 13 años de cárcel por haber abusado y violado a una niña de su familia durante más de una década.

Según indicó la Fiscalía, siendo abuelastro de la víctima, el sujeto abusó sexualmente de ella y la violó a lo largo de 12 años, entre sus cinco y sus 16, "en distintos periodos de la infancia y adolescencia", tanto en el sector litoral-insular de Aysén como en la capital regional, Coyhaique.

El juicio se realizó en el Tribunal Oral en lo Penal de esta ciudad, y en él "se rindió prueba testimonial, donde declaró la madre de la víctima, la misma víctima" y peritos del Servicio Médico Legal; evidencia que permitió "acreditar más allá de toda duda razonable el hecho punible" y la participación del imputado, explicó el fiscal Alex Olivero.

La Unidad Regional de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía "apoyó a la afectada durante todo el proceso, desde la denuncia hasta el día del juicio, accediendo el Tribunal al requerimiento (...) para que la víctima declarara en sala especialmente habilitada para niños, niñas y adolescentes como medida de protección, considerando la afectación que le producía encontrarse con el imputado", añadió el persecutor.

Actualmente la joven joven recibe atención psicológica con profesionales del Centro de Atención a Víctimas de Delitos Violentos, destacó el Ministerio Público.

El Poder Judicial detalló, por su parte, que la sentencia se dictó en un fallo unánime, e incluyó -además de los 13 años de presidio efectivo- la inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos, y la "privación de todos los derechos que por el ministerio de la ley se le confirieren respecto de la persona y bienes de la ofendida, de sus ascendientes y descendientes".

También dispuso la interdicción del derecho de ejercer la guarda, la sujeción a la vigilancia de la autoridad durante los 10 años siguientes al cumplimiento de la pena principal y la incorporación de su huella genética al Registro Nacional de ADN de Condenados.