El primer reactor nuclear de IV generación del mundo comienza operación comercial en China
La planta completó con éxito una prueba de funcionamiento continuo de 168 horas y ya está generando electricidad para su uso comercial.
La planta de energía nuclear de alta temperatura de la Bahía de Shidao, ubicada en la provincia china de Shandong (este), la primera de cuarta generación en el mundo, entró oficialmente en operación comercial.
Esto, según la agencia oficial de noticias Xinhua, quiere decir que tras completar con éxito una prueba de funcionamiento continuo de 168 horas ya está generando electricidad para su uso comercial.
La Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) indicó que esta etapa marca un "logro histórico" para los proyectos científicos y tecnológicos del gigante asiático, y destacó que fueron realizados con "derechos de propiedad intelectual completamente independientes".
La planta, que fue desarrollada conjuntamente por la compañía energética Huaneng, la Universidad Tsinghua y la CNNC, comenzó su construcción en diciembre de 2012 y se conectó a la red por primera vez en diciembre de 2021.
Esta central tiene una capacidad instalada de 200 megavatios y utiliza reactores nucleares de alta temperatura refrigerados por gas (HTGR, siglas en inglés), que son reconocidos internacionalmente como un tipo avanzado de cuarta generación con "seguridad intrínseca", afirmó Zhang Zuoyi, ingeniero jefe del proyecto.
"Sin ninguna medida de intervención, el reactor puede mantener un estado seguro en caso de perder toda capacidad de enfriamiento, y no habrá fusión del núcleo ni fuga de sustancias radioactivas", agregó Zhang.
El primer reactor nuclear desarrollado íntegramente por China, el Hualong-1, inició sus operaciones comerciales en enero de 2022 en la central de Fuqing, en el sureste del país.
China se ha fijado el objetivo de aumentar su capacidad de energía nuclear en un 50 por ciento en 2025, y de producir entre 100.000 y 200.000 toneladas de hidrógeno a partir de energías renovables en ese mismo año.
Estos objetivos se enmarcan en los planes del Gobierno chino para alcanzar la neutralidad de emisiones antes de 2060.
La energía nuclear e hidrógeno son dos fuentes de energía limpias y renovables que pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.