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Ejército y PDI incautaron drogas avaluadas en 1.300 millones de pesos en Pidima

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Autor: Cooperativa.cl

Se decomisó un arma y dos vehículos desde el interior de la comunidad Chequenko.

"Aquí lo que se ataca y se persigue es el patrimonio del crimen organizado", destacó el delegado presidencial José Montalva.

 PDI

Este hecho se da en la misma semana en que se realizaron una serie de rayados en el sector con amenazas a los vecinos.

Drogas avaluadas en 1.300 millones de pesos fueron incautadas en el marco de un operativo realizado durante la mañana de este jueves por personal de Ejército y la PDI en el sector de Pidima en la comuna de Ercilla, en la Región de La Araucanía.

El operativo en la comunidad Chequenko se originó a través de una orden de entrada y registro, en medio de indagatorias a cargo de la Fiscalía de Alta Complejidad por robo de vehículos en la provincia de Malleco, estableciendo también los delitos de infracción a la Ley de Armas e infracción a la Ley 20.000.

Además de la detención de una mujer, que cuidaba los invernaderos con marihuana, se incautaron 690 plantas de cannabis sativa, 3,5 kilos de cannabis a granel y cuatro millones 400 mil pesos en efectivo.

Desde el lugar también se decomisó una escopeta calibre .12, una camioneta Toyota 4x4 y un camión tres cuartos.

El delegado presidencial José Montalva comentó que "estamos hablando de más de 1.300 millones de pesos los que son requisados. Aquí lo que se ataca y se persigue es el patrimonio del crimen organizado, que intenta hacer control territorial en ciertos sectores de la región".

Por su parte, el fiscal regional Roberto Garrido explicó que "esta diligencia viene a corroborar lo que hemos sostenido en los últimos días, en el sentido de que el control territorial que ejercen determinadas agrupaciones permite la realización de actividades ilícitas que son propias del crimen organizado, como en este caso, la plantación de marihuana y su comercialización posterior".

Este hecho se da en la misma semana en que se realizaron dos atentados incendiarios en la zona y una serie de rayados con amenazas a los vecinos, llamándolos a no colaborar con investigaciones ni hablar con la prensa.