El temor de un pueblo danés ante el deslizamiento de tierra contaminada
Se estima que se trata de entre 2,5 y 3 millones de toneladas de tierra contaminada la que podría afectar a varios agricultores.
El gobierno de Dinamarca lo consideró un "asunto nacional".
El accidente ha provocado un deslizamiento de tierra de varios millones de toneladas de suelo contaminado, que corre el riesgo de verterlo en el curso de agua.
Un pueblo de Dinamarca cerca de Randers, en la región de Jutlandia Central, ve con impotencia y miedo cómo un enorme deslizamiento de tierra contaminada amenaza sus hogares, su subsistencia y el medioambiente, en lo que ha sido calificado como una de las amenazas ecológicas más graves en el país.
La masa de tierra contaminada que se desliza lentamente hacia Ølst es actualmente de entre 2,5 y 3 millones de toneladas.
El agricultor orgánico Jens Aage Skipper, dijo que no puede dormir por la preocupación por sus tierras, que cultiva desde 1992 y que han sido confiscadas por el Ayuntamiento de Randers para luchar con maquinaria pesada contra la contaminación.
"Temo quedarme con una tierra contaminada", afirmó a la agencia danesa Ritzau.
Dice que tendrá que demandar a Nordic Waste, que recibe y procesa tierra tanto limpia como contaminada y que admitió el 11 de diciembre pasado que un "importante deslizamiento" produjo "daños importantes".
Sin embargo, Nordic Waste se declaró en suspensión de pagos el pasado viernes, pues la empresa de ingeniería COWI calcula que costará en el peor de los escenarios unos 2.200 millones de coronas danesas (casi 300 millones de euros) las tareas para poder controlar la catástrofe ecológica.
El 19 de diciembre la Alcaldía de Randers asumió la responsabilidad de las labores de contención y limpieza a fin de evitar que el deslizamiento de tierra contaminada acabe en el fiordo o en pueblos cercanos.
"Esto no había sucedido antes en Dinamarca. El municipio de Randers se enfrenta a una enorme tarea y no debe afrontarla solo. Por eso lo consideramos también un asunto nacional", afirmó el lunes la primera ministra, Mette Frederiksen.
A principios de enero, el ministro de Medioambiente, Magnus Heunicke, dijo que la compañía debe pagar por el desastre.
Tras visitar Nordic Waste, Heunicke dijo que "se trata de una de las amenazas más graves al medioambiente ahora mismo".
El temor es grande que la tierra contamine el fiordo Randers, de 30 kilómetros de largo que conduce al estrecho de Kattegat, entre Dinamarca y Suecia.
El Parlamento danés ha aprobado una garantía de 205 millones de coronas danesas (casi 28 millones de euros) para hacer frente a la catástrofe ecológica, dinero de los contribuyentes.
Nordic Waste es del multimillonario Torben Østergaard-Nielsen, quien, junto a sus hijas, ha sido el principal accionista de la compañía con sede en Randers desde 2021.
En paralelo al anuncio de la suspensión de pagos, anunció la creación de un fondo climático con un depósito inicial de 100 millones de coronas danesas (unos 13,4 millones de euros), parte del cual iría a residentes locales en Ølst.
Los ministerios de Medioambiente y Justicia de Dinamarca anunciaron el mismo día que se iniciarán todos los procedimientos legales posibles para que la empresa rinda cuentas.
La cadena de televisión TV2 Østjylland afirmó el martes que el deslizamiento de tierra contaminada ya comenzó en 2022, según fotografías de un operador de maquinaria de la compañía.