Ministro Cordero: "Es fundamental tener presente que sin seguridad no hay derechos humanos"

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- Periodista Digital:
Fernanda Cornejo A.

El titular de Justicia declaró que esta materia "es una precondición esencial para poder ejercer derechos, porque tiene que ver con la integridad en que las personas pueden alentar" el ejercicio de éstos.

La muerte de menores en contextos violentos "nos debe alarmar a todos, no solo por la mayor exposición de armas", sino que "tiene que ver con a qué estamos exponiendo a la infancia".

 Cooperativa

"Cuando la infancia está afectada no solo la interrupción de una vida, que siempre es lamentable, sino los efectos lastimosos que eso supone en el tejido social", ahondó.

El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, se refirió en Cooperativa a la situación de inseguridad en nuestro país, principalmente por el tema de niños y niñas fallecidas en contextos violentos, y declaró que "es fundamental tener presente que sin seguridad no hay derechos humanos". 

El secretario de Estado explicó que la seguridad "es una precondición esencial para poder ejercer derechos, en el fondo. Porque tiene que ver con la integridad, con la forma y modo en que las personas pueden disfrutar y alentar el ejercicio de sus derechos, y cuando la infancia está afectada no solo la interrupción de una vida, que siempre es lamentable, sino los efectos lastimosos que eso supone en el tejido social".

En esta línea, aseguró que esta es una situación que "nos debe alarmar a todos, no solo por la mayor exposición de armas", sino que "tiene que ver con a qué estamos exponiendo a la infancia. Y eso yo creo que es un tema que nos debería alarmar no solo por la muerte, sino por la exposición que esos niños y niñas están teniendo".

"Yo creo que es fundamental tener presente que sin seguridad no hay derechos humanos. O sea, que no son dicotómicos en el fondo y que hay determinados grupos que son de especial atención y preferencia, como es el caso de la niñez", remarcó el abogado.

LA CÁRCEL COMO "RESCATE" DE PERSONAS DEL CRIMEN ORGANIZADO

El titular de Justicia detalló que en los últimos 18-19 meses ha existido un aumento "extraordinario" de la población privada de libertad, la cual aumentó casi un 30%, pasando de 39 mil a 53 mil personas. 

"Eso se debe a múltiples razones: una de ellas tiene que ver con la comisión de delitos más violentos; la segunda, el aumento de la prisión preventiva; la tercera está vinculada a los efectos de normalización post pandemia que el sistema judicial está teniendo hasta el día de hoy", ahondó. 

En esta misma línea, indicó que Chile tiene una capacidad de plazas penitenciarias de alrededor de 41 mil, pero que los planes de infraestructura en esta materia vienen del gobierno del expresidente Ricardo Lagos, que implicaba la generación de sólo 12 mil plazas.

Por lo que, especificó Cordero, "lo que nosotros hemos hecho es reactivar el plan de inversiones con el sistema de concesiones, que supone licitaciones nuevas y ampliaciones de cárceles concesionadas en la actualidad, con eso vamos a aumentar alrededor de 9.500 plazas; otras 3.500 vienen como resultado de una ley extraordinaria que aprobó el año pasado el Congreso para descongelar regulación urbanística y poder ampliar establecimientos que tenemos", a lo que se suma un "plan de infraestructura maestro en manera penitenciaria con 10.000 plazas"

Más allá de los números, el jurista reflexionó que la cárcel "no es simplemente un espacio de aumento de plazas", sino que tiene un propósito y es que las personas "no vuelvan a delinquir, que es la lógica sobre la cual está concebida la reinserción".

"Dicho de otro modo, para el término sencillo, el crimen organizado es un problema para la sociedad, en cualquier parte del mundo, pero lo que nosotros tenemos que hacer, no sólo castigar a quienes cometen crímenes y participan del crimen organizado, sino que tenemos que tratar de sustraer de las manos y de las redes de crimen organizado a la mayor cantidad de personas. Y eso supone no sólo la cárcel como un espacio de cumplimiento de condenas, sino que también un espacio para recuperar a las personas y evitar su reincidencia", explicó.

En concreto, Cordero remarcó que "si no la miramos así, lo que hacemos es transformar la cárcel en el lugar predilecto de reclutamiento de las bandas a esas personas. Y por eso hay un esfuerzo ahí, en mirar la cárcel como un fenómeno un poco más complejo, y eso no sólo es una obligación del Estado, que por cierto la tiene en relación a la cárcel, sino que también de la sociedad civil que realiza acciones dentro de la cárcel en materia de reinserción".