Científicos chinos crean robot más preciso que cateterismo ante aneurisma y tumor cerebral
Este aparato permite más precisión que otras técnicas mínimamente invasivas empleadas en la actualidad.
Un equipo de científicos chinos ha creado un micro robot que podría reducir los riesgos en los casos de sangrado en aneurismas cerebrales y mejorar también el pronóstico de los tumores de ese tipo al cortar el flujo sanguíneo en las zonas afectadas.
Se trata de un aparato magnético de microfibra que, según sus responsables, permite más precisión que otras técnicas mínimamente invasivas empleadas en la actualidad para tratar estas patologías como la embolización por cateterismo, recoge el diario South China Morning Post.
En un artículo publicado esta semana en la revista especializada Science Robotics, los científicos explican que han realizado pruebas tanto en modelos de vasos sanguíneos como en conejos, con resultados "prometedores" para el uso clínico de este método.
Los autores, pertenecientes a las universidades de Ciencia y Tecnología de Huazhong (Wuhan), Hefei y a la Jiao Tong de Shanghái, consideran que la eficacia de los cateterismos "está a menudo limitada por la falta de flexibilidad del catéter en entornos neurovasculares complejos", además de exponer a los cirujanos a cantidades importantes de radiación por la forma en que se realiza el procedimiento.
Frente a estos problemas, los investigadores chinos aseguran que el micro robot, de alrededor de medio milímetro, puede realizar embolizaciones en vasos sanguíneos a los que no llegan los catéteres convencionales.
El aparato puede cambiar de forma, su movimiento se lleva a cabo mediante campos magnéticos y sus creadores creen que puede usarse de forma simultánea con el cateterismo para aumentar la efectividad clínica del procedimiento, utilizando el catéter para llegar cerca del objetivo e inyectando después el robot a través del catéter para alcanzar la zona a tratar.
Una vez alcanzado el objetivo, de acuerdo al estudio, el micro robot puede realizar la embolización de dos maneras diferentes, siempre con el objetivo de reducir el sangrado en el caso de los aneurismas y de bloquear el flujo sanguíneo en el caso de los tumores cerebrales, una técnica con la que se frena su crecimiento.
Los autores de la investigación precisaron, no obstante, que el aparato está "aún en su infancia", por lo que serán necesarios más estudios con robots de diferentes tamaños, materiales y sistemas de movimiento con el fin de enfrentar unas patologías que provocan unos 750.000 fallecimientos cada año.