El presidente de Ecuador creó un comité de manejo ante crisis de seguridad
Daniel Noboa busca articular respuesta y decisiones inmediatas a la sociedad ante el “narcoterrorismo”.
El país se encuentra en estado de excepción desde enero tras una serie de actos violentos que desencadenaron un “conflicto armado interno”, como lo calificó el mandatario.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, creó un comité de crisis, órgano directivo de alto nivel que se encargará de coordinar y unir acciones interinstitucionales de la función Ejecutiva en momentos de crisis de seguridad, para articular la respuesta y la toma de decisiones inmediatas.
En un comunicado, la Presidencia informó este viernes que el objetivo primordial del Comité de Manejo de Crisis es "salvaguardar los intereses de la sociedad y garantizar la continuidad operativa del Estado frente a situaciones de crisis que impacten la seguridad integral".
El decreto ejecutivo de creación del comité, firmado el jueves, incluye la disposición de atribuciones, conformación y responsabilidades de sus miembros.
El comité se crea a unas dos semanas de que termine el estado de excepción que renovó el presidente Daniel Noboa, para avanzar en el control de la seguridad en el país.
El primer decreto de estado de excepción lo firmó en enero cuando se suscitaron una serie de actos violentos como la explosión de vehículos e incendios de gasolineras, entre otros, en momentos en que las autoridades buscaban a José Adolfo Macías Salazar, alias 'Fito', líder de la banda criminal 'Los Choneros', que se fugó de una cárcel en la ciudad costera de Guayaquil.
Un día después de firmar el primer decreto de estado de excepción, Noboa declaró el "conflicto armado interno" contra las bandas criminales, a las que pasó a llamar "terroristas".
Las fuerzas del orden han realizado miles de operativos en los que han detenido varias personas, decomisado armas y droga, entre otros.
Asimismo, se han centrado en mantener el control de los centros de privación de libertad, aunque esta semana hubo un motín en la cárcel Regional, en Guayaquil, en el que murieron tres reos y seis quedaron heridos.
Las autoridades consideran que las cárceles eran centros de operación de bandas criminales relacionadas con grupos narcotraficantes.