Científicos chinos desarrollan nuevo algoritmo para reconocer eyecciones de masa coronal
Se trata de un avance en la predicción del clima espacial catastrófico.
Investigadores chinos desarrollaron un nuevo algoritmo basado en aprendizaje automático para derivar parámetros cinemáticos de eyecciones de masa coronal (CME),
Este desarrollo, según un artículo de investigación publicado recientemente en The Astrophysical Journal, se presenta como un avance en la predicción del clima espacial catastrófico.
Las CME son grandes masas de plasma expulsadas desde el Sol hacia el espacio interplanetario, consideradas la mayor forma de liberación de energía en el sistema solar.
Constituyen la principal fuente de eventos climáticos espaciales severos, con el potencial de causar daños considerables a humanos y naves en el espacio.
Con el aumento de las actividades y facilidades espaciales, la detección y el seguimiento de las CME se vuelven cada vez más cruciales, tal como señala el estudio.
"La investigación de la evolución de las CME en la corona solar y el espacio interplanetario, así como las relaciones de posición entre las CME y la órbita terrestre, son temas centrales en el campo del clima espacial", explica Shen Fang, investigador del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de la Academia de Ciencias de China.
La metodología desarrollada por el equipo chino se compone de tres etapas: reconocimiento, seguimiento y determinación de parámetros.
En primer lugar, se entrenó una red neuronal para identificar la presencia de CME en las imágenes, para posteriormente adquirir regiones de estas eyecciones etiquetadas de forma binaria.
Finalmente, se rastreó el movimiento de una CME en imágenes de series temporales y se determinaron sus parámetros cinemáticos, como la velocidad, el ancho angular y el ángulo de posición central.
El algoritmo presenta la capacidad de identificar señales de CME relativamente débiles y generar información precisa sobre la morfología de estas estructuras, según Shen, citado por la agencia estatal Xinhua.
El país asiático lanzó al espacio en octubre de 2022 la sonda de estudio solar Kuafu-1, cuyo nombre está inspirado en un gigante que trataba de capturar al Sol en la mitología china.
La sonda es la primera en observar el campo magnético y las fulguraciones del astro rey y permanecerá cuatro años en órbita a una altura de 720 kilómetros sobre la Tierra.
En los últimos años, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha logrado hitos como el alunizaje exitoso de las citadas misiones lunares y la construcción de su propia estación espacial.