¿Exceso de capacidad de China o nueva excusa para el proteccionismo?

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El verdadero problema no es el "exceso de capacidad" de China, sino el exceso de ansiedad de Estados Unidos.

Por: Jia Jiabin, comentarista de CGTN

Recientemente, el concepto de "exceso de capacidad" se ha convertido en un tema candente. La secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, expresó en varias ocasiones su preocupación por el "exceso de capacidad" de China en las industrias de nuevas energías, como vehículos eléctricos, baterías de litio y dispositivos fotovoltaicos. Después Antony Blinken repitió la misma narrativa durante su última visita a China. Según la lógica de los Yellens, la aplicación de políticas de subsidios ha dado lugar a un exceso de capacidad en la industria de las nuevas energías de China, que ha sido objeto de dumping en los mercados extranjeros a precios supuestamente bajos. Esto perjudica la economía de EE.UU. y otros países. Ante este argumento, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, rechazó indicando que el llamado "exceso de capacidad" de China es nada más que un pretexto para el proteccionismo. Entonces, ¿se trata de "exceso de capacidad" o de "proteccionismo"?

La acusación de "dumping" de los productos chinos en el mercado internacional no tiene fundamento

Empecemos por el llamado "dumping". El dumping es el acto de exportar un producto a otros países o regiones a un precio inferior a su valor normal. Pero los sectores de nuevas energías son totalmente diferentes. Tomemos el sector de vehículos eléctricos como ejemplo. Este es un vehículo chino, BYD Tang, cuyo precio oficial en China es de entre 230.000 y 280.000 yuanes, equivalente a unos 30.000 y 40.000 euros. En la web oficial de BYD España el coche tiene un precio de 69.990 euros. Es decir, el coche se vende en Europa a un precio de entre 1,5 y 2 veces de su precio en China. Está claro que los vehículos eléctricos de China no compiten por los mercados con bajo precio. Los informes financieros de las empresas chinas de coches eléctricos y paneles solares muestran que, en general, estas empresas son rentables. El argumento del "dumping" no tiene ningún fundamento.

¿Existe evidencias de "exceso de capacidad"?

Para responder a esta pregunta, hay que dejar claro primero que la cuestión de la capacidad de producción debe analizarse en el contexto de los mercados internacionales. Cuando el producto de un país es suficiente para satisfacer la demanda interna, el exceso de bienes busca naturalmente otros mercados. Así nació el comercio internacional. Si exportar más significa exceso de capacidad, entonces, ¿cómo explica que el 80% de los chips producidos en EE.UU. son para exportar y un gran número de aviones de pasajeros producidos por Boeing y Airbus también se exportan? Obviamente, este argumento no tiene lógica.

Posiblemente para llenar los agujeros de su lógica, Yellen explicó que la capacidad de producción de China supera con creces la demanda interna del país y la capacidad de los mercados mundiales para absorberla. Yellen dijo esto sin dar ningún dato, pero las previsiones de la Agencia Internacional de Energía han demostrado que la demanda mundial de vehículos de nueva energía y de nuevas instalaciones fotovoltaicas en 2030 será 4,5 veces y 4 veces de la de 2022, respectivamente. En otras palabras, la actual producción de productos de nueva energía no solo no tiene exceso de capacidad, sino que está lejos de satisfacer la demanda del mercado.

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¿Las ventajas comparativas del sector de nuevas energías de China se debe a las subvenciones?

En cuanto a las subvenciones, en 2009, en la etapa inicial del desarrollo de vehículos de nueva energía, con el fin de cultivar el mercado, China proporcionó subvenciones al consumo de vehículos de nueva energía en algunas ciudades piloto. Después, en 2012, la política se aplicó en un ámbito más amplio en China. Pero la política entró en un periodo de ajuste en 2018, y el "umbral" de subvención para el consumo de vehículos de nueva energía siguió aumentando para orientar la industria al desarrollo de gama alta. En 2022, la política de subvenciones había finalizado. En la última década, China ha seguido invirtiendo en la construcción de infraestructuras de recarga, y ha construido la mayor red de instalaciones de recarga del mundo. El reconocimiento de los vehículos eléctricos por parte de los consumidores chinos ha aumentado enormemente, y China se ha convertido en el mayor mercado consumidor de vehículos de nueva energía del mundo. Hoy en día, la ventaja comparativa de China en la industria de los vehículos de nueva energía no se basa en ninguna subvención, sino en la innovación independiente de las empresas, una cadena industrial y de suministro completa, un enorme mercado y abundantes recursos humanos.

En cambio, Estados Unidos, Reino Unido y Francia están aplicando políticas de subvenciones más fuertes. Según la Ley de Reducción de la Inflación, el gobierno estadounidense proporciona unos 369.000 millones de dólares en incentivos fiscales y subvenciones para la industria de las energías limpias, incluidos los vehículos eléctricos. Varios países europeos también han puesto en marcha medidas de subvención para la industria de vehículos eléctricos, tanto para el impuesto de las empresas como para el consumo. Así pues, en materia de subvenciones, Estados Unidos no solo aplica un doble rasero, sino que falsea los hechos.

Una nueva excusa de proteccionismo

Ahora volvamos a ver los sectores a los que Yellen califica de "exceso de capacidad": fotovoltaica, baterías de litio, vehículos eléctricos. La capacidad que Estados Unidos quiere que China recorte son precisamente las industrias emergentes en prosperidad de este país. Estas capacidades de calidad, en la boca de Estados Unidos, se convierten en "capacidades excesivas", y Washington lo utiliza como excusa para aplicar sobre ellas una política de contención. Así que el verdadero problema no es el "exceso de capacidad" de China, sino el exceso de ansiedad de Estados Unidos, una ansiedad por la posibilidad de perder su ventaja competitiva. Pero con poner etiquetas a los demás y aplicar medidas proteccionistas, sin pensar en resolver los problemas internos, me temo que es difícil hacer que la industria de EE.UU. sea grande de nuevo.