"Coñetes" o precavidos: economistas analizan temor de los bancos a dar créditos de largo plazo
El Presidente Gabriel Boric usó el controvertido adjetivo para criticar el pesimismo del sector financiero y lo invitó a "actualizar su visión excesivamente restrictiva del crédito".
Expertos plantearon en El Primer Café que los bancos han actuado de "forma adecuada y preventiva" ante los factores externos e internos y mirando a largo plazo.
En los hipotecarios, por ejemplo, la banca "piensa en 30 años, y si hay una perspectiva de una economía estancada por 20 años más", debe tener "un nivel de cuidado mayor".
Varios economistas no coincidieron en El Primer Café con la tesis del Presidente Gabriel Boric, que trató de "coñetes" a los bancos al abordar la dificultad para reactivar el sector de la construcción, y los exhortó luego, sin repetir el adjetivo, a abandonar su "tesis muy pesimista respecto de las proyecciones de la economía chilena, en previsión de una crisis que no llegó y que no va a llegar".
"Los invito, a la Asociación de Bancos (e Instituciones Financieras) y a los bancos en particular, a actualizar su visión de la economía y a darse cuenta de que una visión excesivamente restrictiva del crédito, lo que provoca es que juegue en realidad (en contra) de la calidad de su propia cartera", convidó el Mandatario.
Sin embargo, no respaldó el planteamiento Macarena García, economista senior de Libertad y Desarrollo, quien se basó en el reciente Informe de Estabilidad Financiera del Banco Central para señalar que el sector ha sido más bien precavido.
"En ese informe, el Banco Central comenta cosas bien interesantes, y me llaman la atención ciertas cosas: que la banca ha gestionado de forma adecuada y preventiva, acumulando niveles relevantes de provisiones. Hay escenarios de tensión y ellos, con esta forma, han enfrentado adecuadamente estos escenarios de mayor tensión internos y externos", resaltó.
"También en otra parte menciona que hay un par de sectores en que han aumentado la morosidad, que no están pagando sus créditos, y entre ellos menciona particularmente a la construcción y el sector inmobiliario, que están con pagos atrasados, con morosidad. ¿Y por qué? Porque ellos a su vez no han podido vender lo que han construido", puntualizó.
En esa línea, "a mí a mí no me parece esa esa crítica", opinó el economista Claudio Agostini, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y exvicepresidente de la Empresa Nacional de Minería.
"¿En qué sentido? El rol de los bancos es precisamente tomar plata de los ahorrantes y prestarla, y prestarla bien. Y ese es su negocio. Entonces, si efectivamente hubieran podido prestar mucho más sin aumentar sus riesgos, lo habrían hecho, si no, el gerente general del banco es un inepto, porque dejó hacer negocios que eran buenos para el banco, y yo no creo que sean ineptos", razonó.
Remarcó que "los bancos ven más riesgo y algunos de esos riesgos son objetivos: hemos visto varias empresas constructoras que han quebrado, entonces, si tú ves que las empresas constructoras están quebrando, que hay empresas constructoras con problemas de flujo de caja, ¿quién le quiere prestar a una constructora?".
Además, recordó que "la tasa de interés está alta porque hubo un ajuste fuerte después del impacto que tuvieron los retiros (de ahorros previsionales); tanto que se aplaudieron los retiros, ahora estamos pagando la cuenta, y una de las cuentas que estamos pagando es precisamente ésta, los créditos hipotecarios están altos".
IMPORTANCIA DE LA BANCA LOCAL EN LA CONSTRUCCIÓN
"Lo que genera más empleo permanente es la construcción, principalmente de vivienda (...), y para construir un edificio, para construir una población, lo que se requiere es plata doméstica", subrayó por su parte Andrés Palma, exministro de Planificación en el Gobierno de Ricardo Lagos y actual académico de la Universidad de Santiago.
"Los bancos se refinancian con recursos que les presta el Banco Central a una determinada tasa de interés, y si la tasa del Banco Central es alta, entonces los bancos no pueden prestar. Ahora, cuando baja la tasa de interés del Banco Central, los bancos debieran hacer el ajuste rápidamente porque, si no, el ciclo ocurre. Si yo no le presto plata a una empresa constructora para que inicie nuevos proyectos, o si los bancos no bajan la tasa hipotecaria para que las empresas constructoras vendan lo que tienen construido para iniciar nuevos proyectos, van a empezar a quebrar empresas constructoras. Y esas dependen de las políticas domésticas", explicó.
Macarena García, no obstante, insistió en que "cuando el banco presta plata o decide prestar, no lo hace mirando el IPoM (Informe de Política Monetaria) ni la proyección de Hacienda de este año y el año que viene (sobre el crecimiento económico), está pensando en 30 años, en muchos años más; y si hay un crecimiento tendencial, perspectiva de una economía estancada por 10 ó 20 años más, me da la idea que uno podría pensar que sectores que se comprometen y prestan plata a 30 años, tengan un nivel de cuidado mayor que el que presta a 30 días".
Rodrigo Wagner, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y director de Espacio Público, criticó que "en el primer año de Gobierno se podrían haber hecho las cosas distintas, porque incluso antes de que partiera el Gobierno, era evidente que el Banco Central iba a subir la tasa de interés, los hipotecarios iban a estar más caros, iban a subir las tasas largas e iban a estar muy complicados la venta de viviendas nuevas y todo el sector inmobiliario".
Pero actualmente, pensando en el sector de la construcción, "lo que necesitamos urgente en Chile es estabilizar la cartera de proyectos para licitaciones; se perdió tiempo valioso el primer año de Gobierno, pero ahora afortunadamente la ministra de Obras Públicas está como para sacar licitaciones (...) Es muy importante que tengamos siempre una cartera grande de proyectos, como dicen, 'listos para la pala' ", recalcó.
CASO BANCOESTADO, "LÓGICO"
En sus llamamientos de la última semana, el Presidente Boric comparó la gestión del sector en general con el particular del BancoEstado, que "en 2023 creció un 3,5% en sus diversos préstamos, mientras que todo el resto de los bancos se contrajo en un 2,2%". A su juicio, "es un ejemplo de que sí se puede".
"Eso es perfectamente lógico", analizó Andrés Palma, "porque si yo tengo la oportunidad de captar un mercado que hoy día no tiene competencia, me va a ir bien, y eso es lo que hizo el Banco Estado: y le fue muy bien, aumentó las utilidades, dando más crédito que lo que estaban haciendo otros bancos, captó una parte mayor del mercado".
García, por su parte, comentó que "si para los bancos fuera ganancia prestar, lo estarían haciendo; si no, serían unos verdaderos ineptos si no prestan porque 'no quieren', o sea, quieren perder en el fondo".
"Por eso creo que hay que hacer un análisis un poquito más profundo de por qué el BancoEstado tiene ese resultado y los otros no lo hacen. Porque si no, los otros claramente estarían muy felices también de estar ganando (...) algo está haciendo en su cálculo que no le da ese mismo resultado en su análisis (que al resto de la banca); por lo tanto, hay que mirarlo con un poquito más de profundidad", agregó la académica.
FALTA DE COMPETENCIA EN LA BANCA
Por otro lado, Claudio Agostini planteó una problemática "más de fondo y que es más difícil abordar: que por la crisis del 82 tomamos una cantidad de resguardo en los bancos para que no volvieran a quebrar, que -en mi mirada- se nos pasó la mano, porque hay muchos que creyeron bien intencionadamente que, para que no vuelvan a quebrar, no es mala idea que tengan renta los bancos".
"Y (tuvo como consecuencia que) ojalá los bancos estén como gorditos (de provisiones), que no compitan mucho; no nos vayamos a comer algún riesgo. Y hay poca competencia en la banca".
Comparó que en otros países no ocurre así. "¿Y qué evidencia tenemos? Muchas veces cuando el Banco Central baja la tasa de interés interbancaria, los bancos no la bajan completamente o se demoran mucho en bajarla. Eso es un signo de falta de competencia; en un mercado competitivo, eso pasaría rápido", enfatizó.