Jarry respondió provocación de Moutet: Intentaré concentrarme en la cancha
El tenista chileno afronta una nueva edición del Grand Slam parisino.
El chileno Nicolás Jarry comenzará su participación en Roland Garros frente al francés Corentin Moutet, su verdugo en la final de este año en Santiago, partido en el que el público fue protagonista por su animadversión hacia el galo
El ahora local pidió a sus compatriotas que se tomen revancha en el Grand Slam contra el santiaguino.
"Acuérdense de la acogida que me dieron en su casa. Espero que demostremos que estamos en nuestra casa. Esto es París", escribió Moutet en las redes sociales retomando un eslogan de PSG.
Jarry, que entonces no se mostró orgulloso del comportamiento de algunos sectores del público, quiso calmar la situación y no entrar en el juego dialéctico con el francés.
"Como en Santiago, voy a ser un jugador respetuoso, mi trabajo es jugar al tenis. A mí me enseñaron que hay que tener buenos valores y lo cumplo. Sé que el público va a estar a su favor, así que intentaré concentrarme en lo que pase en la cancha y cuando le animen a él, yo me animaré a mi mismo", afirmó en entrevista con la Agencia EFE.
"El Roland Garros del año pasado desbloqueó algo en mí"
"Se desbloqueó algo, jugar a cinco sets es difícil y ganar tres partidos seguidos aquí no es fácil. Yo venía trabajando muy duro y me di cuenta de que podía aguantarlo, me dio esa confianza, me enseñó que puede ganarle a rivales duros en un torneo como este", sostuvo el nacional en la conversación con la agencia española.
Entonces, Jarry llegó tras una ausencia de tres años marcada por su suspensión y necesitaba la prueba de que era capaz de regresar a su mejor versión. En 2023 aterrizó en la capital francesa nada más ganar el trofeo de Ginebra, el segundo de su temporada tras el que se había apuntado en Santiago.
Superó tres duras rondas, dejando fuera al estadounidense Tommy Paul, entonces uno de los 20 mejores del mundo, antes de que se cruzara en su camino un especialista en tierra batida como el noruego Casper Ruud, finalista de la edición anterior y 4 del mundo.
"Tuve mis opciones, pero él fue mejor", recuerda ahora Jarry, que se marchó con un buen sabor de boca. "Fue un torneo hermoso", subrayó.
El chileno regresa a ese escenario tras haber superado otro hito en su carrera, porque el domingo pasado alcanzó la final de Roma, la primera en un Masters 1.000 de su currículum.
"Vamos cumpliendo etapas, son buenos momentos. Uno trabaja para eso y te llena de confianza que se logre, ver que el sacrificio trae resultados", señaló.
Dio un paso adelante
Jarry está convencido de que dio un paso adelante: "He mejorado, el circuito está más duro que nunca, cualquiera te puede jugar un buen partido y si no estás al cien por ciento te sacan. Si estás al 80 por ciento, le das un 20 por ciento -de ventaja- a tu rival".
Está convencido de que llega en buenas condiciones a esta nueva edición de Roland Garros, descansado tras la dureza del torneo de Roma, "donde todos los partidos fueron grandes batallas", y con un objetivo claro: Mejorar los octavos de final.
"El objetivo es ser mejor que el año pasado y seguir manteniendo la misma línea, en lo que venimos trabajando", afirmó.
En la final de Roma no fue capaz de ganar un set al alemán Alexander Zverev, que considera que es "de los que están en mejor forma" del circuito.
"Pero sé que puedo ganar a jugadores como él, que estoy bien y que puedo pelear contra cualquiera. Y si peleo, tendré mis opciones. Lo único que yo puedo hacer es mejorar y dar mi máximo nivel. Algún día saldrá", aseguró.