Gloria Hutt descartó "antigabrielismo": No sé qué es el "gabrielismo"

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Autor: Cooperativa.cl

La presidenta de Evópoli se desmarcó del concepto que acuñó Diego Ibáñez para denunciar el rechazo de la derecha a las propuestas gubernamentales.

El timonel comunista, Lautaro Carmona, opinó que sí existe una "oposición a ciega respecto a todo lo que diga el Presidente".

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Hutt alegó que los representantes de la oposición son "permanentemente desacreditados, invalidados y hasta cancelados por no estar de acuerdo" con el Ejecutivo.

La presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, descartó que exista "antigabrielismo" en la derecha, en respuesta al término acuñado en Cooperativa por el timonel del Frente Amplio, Diego Ibáñez.

El dirigente usó este concepto para describir una "nueva especie de ideología negacionista" que rechaza frontalmente cualquier propuesta procedente del Gobierno; por ejemplo en el tema previsional. 

La exministra de Transportes contestó en El Primer Café: "Yo, por lo menos, no me identifico con anti-nada", ya que "marcar un anti-una persona sería de una estrechez tremenda".

"Tampoco sé lo que es el gabrielismo, pero si apuntamos a la convicción del Presidente y a su proyecto refundacional, es algo que no comparto", señaló Hutt, enfatizando que "uno tiene derecho a plantear alternativas y las razones por las cuales no lo comparte (otras posiciones políticas). Pero no significa que uno esté en contra de él (como individuo). Yo creo que plantearlo así, como una cosa personal, saca la discusión de un plano racional respetuoso en el que tiene que mantenerse (el debate político)", indicó Hutt. 

La timonel interpretó el concepto, en consecuencia, como "una forma de llamar la atención" desde el oficialismo, pero lo consideró "descalificador para parlamentarios y partidos (de oposición) que están haciendo un trabajo y propuestas serias, y no encuentran el diálogo. Eso me parece que es mucho más importante que ponerle una etiqueta".

En Chile Vamos "hemos contribuido todo lo que hemos podido a una política más seria. Siempre hemos hecho propuestas", pero en época de elecciones "las cosas se desvían hacia eslóganes, frases que no ayudan".

En esta línea, y de cara a la Cuenta Pública, llamó al Presidente Boric a que "se abstenga de descalificar a aquellos que plantean posturas distintas con justificación, y que somos permanentemente desacreditados e invalidados y hasta cancelados por no estar de acuerdo", siendo motejados como "derecha obstruccionista".

"EMPEÑO FURIBUNDO, OPOSICIÓN CIEGA"

También en El Primer Café, Tomás Leighton, director ejecutivo de Rumbo Colectivo (centro de pensamiento de Revolución Democrática), opinó que en la oposición ha existido "un empeño muy furibundo, sobre todo desde la derecha más dura, de la ultraderecha, en contra del Presidente Boric".

El problema es que dicho sector político "contamina el debate y hace que la derecha convencional baile a su ritmo, y después se va corriendo la barrera de lo decible, y lo que sufre son las credenciales liberales que podría pretender tener la derecha convencional, que quedan en duda". 

El timonel del Partido Comunista, Lautaro Carmona, estimmó que "antigabrielismo" que acusa Ibáñez denuncia una "oposición a ciega respecto a todo lo que diga el Presidente".

"Yo lo planteo en la perspectiva de que esto es tener una decisión por anticipado, sostenida en prejuicios y en un cálculo electoral, de impedir que este Gobierno implemente políticas que van a ser de beneficio de mayoría y que son de Estado, no son de un sector o del otro".

"Ahí es donde yo creo que falta una mirada de política mayor entre todos los que estamos conviviendo en este espacio de representaciones, para poder hacer que no pague la cuenta el más sensible, el más débil, el que más necesita, en tanto no nos ponemos de acuerdo. Eso es muy irresponsable, muy injusto, muy inhumano, y creo que éticamente no le hace bien a todos los que nos movilizamos valóricamente en la política", añadió.

Finalmente, y apuntando también a la Cuenta Pública del Mandatario, el vicepresidente de Amarillos, Isidro Solís, señaló que "la responsabilidad de los políticos es dar soluciones, no vender ilusiones".

"Plantear sueños es una cosa no solo legítima, es una cosa bonita", pero "plantear sueños que finalmente, por la vía del deterioro que producen en el país, se transforman en pesadillas, es un acto muy perverso desde mi punto de vista. Eso está fuera de lo que debería ser la política responsable", afirmó el exministro de Justicia.