Oposición de Nicaragua acusa "brutal autoritarismo bajo la dictadura de Ortega"
Con ocasión del 45 aniversario de la revolución, la Concertación Democrática denunció que el Frente Sandinista de Liberación Nacional lleva casi dos décadas "capturando" el Estado.
Advirtió también que "la familia Ortega-Murillo pretende instaurar una dinastía".
La opositora Concertación nicaragüense alertó que el régimen de Daniel Ortega "ha desatado una persecución religiosa sin precedentes, y provocado la destrucción de todo el tejido político, social y empresarial" del país centroamericano.
La opositora Concertación Democrática Nicaragüense (CDN-Monteverde) dijo este jueves que Nicaragua "vive el más brutal autoritarismo bajo la dictadura de los Ortega-Murillo", en referencia al Gobierno que presiden el sandinista Daniel Ortega -en el poder desde 2007- y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
En un pronunciamiento con ocasión del 45 aniversario de la revolución sandinista, ese movimiento opositor nicaragüense en el exilio sostuvo que desde 2007, cuando el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) retomó el poder, "inició un proceso de captura del Estado que hoy tiene al país sometido al más brutal autoritarismo con el que la familia Ortega-Murillo pretende instaurar una dinastía".
Desde 2007 a la fecha, principalmente desde 2018, más de 350 nicaragüenses han sido asesinados por motivos políticos, centenares han sido encarcelados y desterrados, y más de 800.000 han migrado, en su mayoría por razones de seguridad, de acuerdo con la CDN-Monteverde.
Asimismo, el grupo opositor señaló al Ejecutivo sandinista de haber "desatado una persecución religiosa sin precedentes, y provocado la destrucción de todo el tejido político, social y empresarial del país".
¿Nicaragua pretende revertir el orden democrático en América?
También reprochó la alianza de los sandinistas con Corea del Norte, Cuba, China, Irán, los Talibanes, Rusia, Venezuela y otros porque, a su juicio, "pretende revertir el orden democrático del continente" americano.
Para la CDN-Monteverde, "es vital no repetir estos errores, por tanto, considera fundamental que el liderazgo que asuma la reconstrucción de la Nicaragua post-Ortega esté genuinamente comprometido con los principios e ideales de la más amplia libertad en todos los órdenes: político, económico, religioso, ideológico, social, con la defensa innegociable de la dignidad de la vida y los derechos humanos".
"No podemos permitir que haya otro 19 de julio. El somocismo y el sandinismo deben ser capítulos cerrados de nuestra historia. El nuevo reto será enfocarnos en construir la República democrática, libre y próspera, que siempre hemos soñado", valoró.
Para el movimiento opositor, el 19 de julio de 1979, cuando fue derrocada la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, "es una fecha superada por la historia, y por los hechos diametralmente opuestos a los sueños de libertad, justicia social y paz, que albergaba la mayoría de los nicaragüenses" en aquel entonces.
El balance del primer Gobierno sandinista
Recordó que desde que el FSLN asumió el poder en 1979 implantó una agenda de corte marxista leninista, completamente opuesta a la oferta democrática que prometió inicialmente, y mantuvo a los nicaragüenses sometidos a la voluntad del Estado-partido.
También anuló las libertades cívicas y económicas, se alineó completamente al totalitarismo de Cuba y de la entonces Unión Soviética, declaró a Estados Unidos "enemigo de la humanidad", y se empeñó en extender la revolución al resto de Centroamérica.
Asimismo, destruyó el tejido empresarial y productivo de Nicaragua, lo que ocasionó una crisis económica sin precedentes que acabó con la clase media, provocó el exilio de unos 200.000 nicaragüenses, y empujó a miles de campesinos a unirse a la Resistencia Nicaragüense, conocida como la "Contra", que recibió armas de Estados Unidos con el fin de contener el expansionismo soviético en la región.
Según CDN-Monteverde, el cese del apoyo soviético, la presión de la comunidad internacional, la "Contra", y el convencimiento de que mantenían el apoyo popular, permitió que el 25 de febrero de 1990 se realizara un proceso electoral adelantado y supervigilado donde el pueblo con su voto derrotó al FSLN.
Nicaragua comenzó entonces un difícil proceso de transición hacia la democracia, con una economía en ruinas y más pobreza que antes de la revolución, pero el esfuerzo por reconstruir el país en libertad duró solo 16 años, según el balance del movimiento opositor.
El Gobierno de Nicaragua conmemorará mañana el aniversario 45 de la revolución que derrocó a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en el país centroamericano.